Fabrica EU corazón artificial mexicano

AutorAntimio Cruz

Una investigación desarrollada durante los últimos siete años por el cardiólogo mexicano Moisés Calderón podría permitir que más personas se beneficien de un corazón artificial temporal que les permita superar situaciones críticas como infartos masivos, cirugías de corazón, o esperas prolongadas de donadores para trasplantes.

El prototipo de corazón artificial mexicano, que ya ha superado la etapa de experimentación con animales y espera la autorización del protocolo de uso en humanos, despertó el interés de fabricantes extranjeros y se ha comenzado a reproducir en Estados Unidos por la firma médica Abiomed, tras alcanzar un acuerdo con el cardiólogo.

Aunque los corazones artificiales existen en el mundo desde hace tres décadas y en México desde 1994, solamente los pacientes privilegiados pueden tener acceso a estos mecanismos debido a su alto costo, que oscila entre los 10 mil y los 75 mil dólares.

Moisés Calderón, quien se especializó en trasplantes en el Texas Heart Institute y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1995, explica que además de haber logrado desarrollar un mecanismo que cuesta apenas la décima parte de los modelos vigentes en el mercado -alrededor de mil dólares- , ha conseguido que este nuevo corazón artificial pueda funcionar con una consola llamada balón de contrapulsación aórtica, un aparato que se encuentra en todos los hospitales del mundo donde se atienden pacientes del corazón.

"Todos los sistemas de corazón artificial constan de dos partes: el dispositivo desechable y la consola, que se programa para que bombee determinado número de veces por minuto con una cierta presión. Estos aparatos son reusables pero carísimos; cuestan entre 60 mil y 350 mil dólares, lo cual provoca que muchos hospitales no consideren redituable su adquisición".

El prototipo desarrollado por Calderón no se instala en el interior del cuerpo del paciente; consiste en un cilindro de plástico que mide poco más de 40 centímetros y tiene en su interior dos válvulas y una especie de vejiga de plástico que simula el latido.

"Cuando alguien tiene el corazón enfermo, hay que hacerle una operación y ponerle unos tubos en las venas y arterias que llevan y extraen sangre del mismo", explica el cirujano. "Estos tubos salen del cuerpo a la altura de la cintura: uno de ellos mete sangre al corazón artificial, y el otro la regresa al cuerpo con una presión de 120 a 80 milímetros de mercurio, gracias a una compresora".

Ningún corazón...

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