Fábrica de Luz I/ El Espinazo del Diablo: Mucho efecto, poco argumento

AutorJulia Elena Melche

Al cineasta tapatío de 36 años Guillermo del Toro se le reconoce una enorme imaginación para lo fantástico y el horror, así como una habilidad para acertadas resoluciones visuales. Si en Cronos (92) conjuntó ambas cosas derivándolas hacia la ciencia-ficción, en Mimic (97), su debut en el cine hollywoodense, extendió sus propuestas.

En El Espinazo del Diablo (2001), su tercer filme y el primero realizado en España bajo la productora de Agustín y Pedro Almodóvar, se verifica el enamoramiento del director por las películas norteamericanas de serie B, el maquillaje, lo sanguinolento y los efectos especiales.

La historia original se ambientaba en la Revolución Mexicana, pero el hecho de filmarla en la Península Ibérica y la intervención de los guionistas Antonio Trashorras y David Muñoz, hizo que tuviera como marco la Guerra Civil.

Toda la acción transcurre en el tenebroso orfanato Santa Lucía, situado en un páramo desolado. Ahí, el pequeño Carlos (Fernando Tielve) es abandonado por su tutor, quedando al cuidado del Dr. Cásares (Federico Luppi), uno de los profesores del instituto, y de la directora Carmen (Marisa Paredes). Desde el primer día de su llegada, Carlos percibe la imagen de un niño cadavérico que trata de comunicarse con él.

Se trata del fantasma de un antiguo alumno que murió tiempo atrás en circunstancias extrañas. En adelante, el niño, de 12 años, irá descubriendo el trágico secreto que se encierra entre los muros del lugar.

La película tiene un estupendo arranque -ambientes inquietantes de cuento gótico y situaciones de tensión-, pero al revelar demasiado pronto su interés, pierde toda su fuerza y capacidad de asombro, convirtiendo en mecánico y previsible el misterio. Así, asienta el suspenso en una gran cantidad de clichés del terror clásico, como rutinarias entradas a campo del espectro que no provocan ninguna sorpresa, ya que están anunciadas de antemano.

Del Toro articula su filme en función de lo visual y sonoro, poniendo...

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