Falsifican en 20 minutos las actas de nacimiento

AutorJesús Padilla

En menos de 20 minutos cualquier ciudadano puede obtener un acta de nacimiento del DF y en una hora de cualquier estado de la República.

No obstante, son copias apócrifas, muy parecidas a las originales, que venden en la calle República de Brasil, en la Plaza Santo Domingo y afuera del Registro Civil en la calle de Chapultepec.

Los precios de las actas varían de los 300 a los 800 pesos e incluso ofrecen al “cliente” ver su realización en una computadora y enseñan el papel membretado del Registro Civil.

En un recorrido realizado por REFORMA se pudo constatar que desde la calle Monte de Piedad, República de Brasil y hasta la Plaza de Santo Domingo hay por lo menos 60 personas que ofrecen abiertamente actas de nacimiento falsas, y otros documentos.

Un presunto comprador camina donde inicia la calle Monte de Piedad frente a la Catedral Metropolitana, en el Centro Histórico. Ahí ya hay personas ofreciendo documentos apócrifos.

Actas de nacimiento, certificados escolares, actas de defunción y hasta credenciales de elector.

Algunos de los vendedores, conocidos como “coyotes”, ofrecen en un principio trabajos de imprenta tradicionales, como tarjetas de presentación o facturas, pero en voz baja aseguran tener en existencia actas de nacimiento.

“Que necesitabas, tenemos tarjetas, facturas..., o un acta de nacimiento, lo que necesites, todo es discreto, no pasa nada, me dejas tus datos y regresas en 20 minutos, media hora, y te la entrego y me das el dinero”, dice un falsificador frente a la Catedral.

Más adelante sobre República de Brasil esquina con Donceles hay “coyotes” que incluso ofrecen presenciar la realización de las actas de nacimiento en un despacho; el costo es de 600 pesos, y aseguran entregarlas en 20 minutos.

“Nosotros te llevamos aquí arriba, tenemos la computadora, es un despacho y para que no tengas desconfianza la hacemos (el acta) delante de ti, nos vas dictando tus datos”, asegura Omar, un vendedor de aproximadamente 25 años.

“Acá la cosa es segura, no te pedimos dinero hasta que te entregamos el trabajo; tú la checas que no tenga errores y ya después nos pagas, no como en otros lugares que si hay un dato mal ya no te la cambian”, insiste el joven.

Un poco más adelante sobre República de Brasil antes de llegar a la Plaza de Santo Domingo, hay un puesto sobre la banqueta donde simulan vender libros viejos, pero en realidad debajo de periódicos guardan papel membretado con logotipos del registro civil.

Ya en la Plaza de Santo...

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