Felipe Calderón Hinojosa/ Interparlamentaria México-EU
| Autor | Felipe Calderón Hinojosa |
Este fin de semana tendrá lugar en la ciudad de Guanajuato la XLI reunión interparlamentaria entre México y Estados Unidos. Aunque provienen de una tradición de largo aliento, esta reunión reviste algunas singularidades. Una de ellas, fundamental, es que en esta ocasión el Congreso mexicano asiste en plenitud de su poder, si se me permite la expresión. En efecto, tradicionalmente el único gran interlocutor de México frente a Estados Unidos había sido el Poder Ejecutivo. Ahora, sin mayoría en ninguna de las dos Cámaras por parte de partido político alguno y sin dominio o control por parte del Presidente, en pleno ejercicio de la pluralidad y de la democracia, el Congreso mexicano tiene un peso singular, que no había tenido antes. Ciertamente, el Congreso de Estados Unidos cuenta con una amplia legitimidad. Es un auténtico poder, y no falta que diga que es el Poder verdadero en la Unión Americana, realmente decisivo y orientador de muchas acciones de política en ese país.
La reunión tendrá lugar en un momento sumamente delicado de la relación bilateral. Después del entusiasmo que despertó el hecho de que el presidente Fox hubiese colocado el tema de la migración no sólo en la agenda bilateral, sino también en la vida política de Estados Unidos, ha sobrevenido un periodo que genera preocupaciones. El presidente Bush afirmó en una visita del presidente mexicano a Estados Unidos que México era la primera prioridad en el interés de la política exterior norteamericana. Sin embargo, los atentados de septiembre cambiaron de raíz esta situación, y colocaron el interés de Estados Unidos muy lejos de México. Adicionalmente, el énfasis en la migración fue sustituido por el énfasis en la seguridad, de cuya falta una buena parte de los americanos culpa a una política migratoria flexible.
Otros temas están haciendo cada vez más compleja la coyuntura que rodea al encuentro de los próximos días. La relación comercial por ejemplo, que será abordada ahí, tiene elementos de controversia que han sido ampliamente discutidos, como es el caso de la colocación de excedentes de azúcar mexicana en el mercado de Estados Unidos. Como se sabe, desde el año 2001 y de conformidad con el Tratado de Libre Comercio, el excedente de azúcar mexicana debería entrar sin restricciones a la Unión Americana. Sin embargo, y blandiendo la existencia de las supuestas "cartas paralelas" o "acuerdos paralelos" entre México y Estados Unidos -la parte mexicana niega su existencia legal-...
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