Felipe Díaz Garza / No van al cielo: anuncian

AutorFelipe Díaz Garza

Quizás la vinculación dialéctica "producto integrado" sea una novedad para designar, con un nombre adecuado y "honesto", un contrato de venta, las referencias personales disimuladas y las menciones positivas y hasta elogiosas de un artículo de consumo o de una empresa u otra institución de la sociedad en los noticieros y otros programas de la televisión, ya sean los de variedades, en los que se hacía antes, o en las telenovelas, como se hace ahora. Mas si el nombre es novedad, no lo es la práctica.

Hace mucho, incluso en el cine nacional y extranjero, el de Hollywood a la cabeza, que, con discreción o sin ella, se insertan comerciales disfrazados en filmes y programas televisivos. Hace más todavía que se practica el "embute", que es el nombre folclórico de un pago por promoción mediática venal disfrazada como información, intercambio usualmente convenido informalmente en la clandestinidad del soborno, que es de soborno de lo que le hablo. Esto solía (y suele) expresarse en el popular "sobre" que los jefes de prensa campañeros o gobierneros distribuían entre los reporteros de "la fuente".

Claro, ésos eran usos y costumbres de los gobiernos priistas de la antigua edad política, cuyo éxito, traducido en tener "buena prensa", extendía la práctica a otros medios, como el sector privado, del que muchos de sus campañeros y hasta los dueños de empresas y bancos adoptaron el "sobre" como una política institucional de relaciones públicas. Cuando yo era muy joven, hace sus buenos 45 años, el benjamín de una conocida familia de banqueros era famoso en el medio periodístico, a principios de los años sesenta, porque llegaba a las convenciones de banqueros cargado de billetes de 500 pesos, siempre nuevos, una gran suma en aquella época.

Sin necesidad de sobre, nuestro héroe iba repartiendo sus billetes, sin discriminar a nadie, a los reporteros que se le acercaban a tratar de entrevistarlo, lo que todos lograban, junto con el óbolo del banquero: "Para que no se le olvide mi respuesta y la cite fielmente, amigo", solía decir el generoso y siempre bien citado santón financiero, que siempre tuvo "buena prensa", hasta cuando el demonio, encarnado en el presidente López Portillo, les "robó" a él y a los suyos el banco familiar.

Los tiempos han cambiado mucho en estos 40 años, particularmente en la última década, en la que el PAN obtuvo el triunfo de su candidato Vicente Fox en la elección presidencial del 2000. Los panistas, de natural vocación reformadora, se...

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