Felipe Díaz Garza / El país de los tuertos ciegos

AutorFelipe Díaz Garza

El diputado perredista Juan José García Ochoa, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, apuntó que la candidatura a la secretaría general de la OEA del secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, refleja la inconsistencia y la falta de estrategia de la política exterior mexicana. El legislador señaló, maliciosamente realista, que el destape de Derbez para la conducción del organismo interamericano es un as que alguien se sacó de la manga para tapar al canciller como precandidato panista a la Presidencia de la República, carrera en la que él mismo se había ya apuntado.

García Ochoa tiene más razón de la que él mismo imagina. Además, a quien o a quienes discurrieron la candidatura de Derbez a dirigir el organismo interamericano, como un ardid ranchero para sacarlo de la jugada nacional, no les importó que el proceso de selección del secretario de la Organización estuviera en marcha desde hace largos meses, en los que se ha llevado a cabo mucho trabajo juicioso. Mucho menos consideraron el impacto que esta jugada externa, para sacar de la jugada interna al canciller mexicano, podría tener en países amigos de México, que estaban trabajando comprometida y cuidadosamente en la promoción y el apoyo de diversos candidatos claramente identificados.

En el complejo y pausado aparato de la diplomacia internacional, la intempestiva aparición del secretario mexicano como candidato a dirigir la Organización ha resultado inoportuna y hasta agresiva, especialmente para aquellos países que, como le escribo, ya se habían inclinado por un candidato y para los que un miembro fuerte de la OEA, ahora México, pasó de ser un amigo y un aliado a ser un competidor y hasta un enemigo al que será imposible vencer.

Pero lo más ofensivo del asunto es el hecho de que la Organización de Estados Americanos es un personaje secundario en el elenco de esta zarzuela, pues la obtención de su secretaría no tiene la menor importancia para México, como hubiera dicho Arturo de Córdoba perfectamente a tono con esta trama. La nominación del secretario Derbez a la más importante posición de liderazgo regional interamericano es sólo una estrategia para sacarlo de un juego de política interna elemental, tan interna y elemental como las elecciones primarias, las del PAN, para designar candidato a la Presidencia de la República.

Mandamos a Derbez de secretario de la OEA porque vamos a ganar, eso júrelo, para sacarlo de un juego en el que no tiene...

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