Rafael Fernández de Castro / Relaciones especiales con EU: México y GB

AutorRafael Fernández de Castro

Afortunadamente no reparé en la crítica. Acabo de asistir a un taller en la Universidad de Oxford, organizado por el ITAM, el Comexi y la propia universidad británica, para comparar dos relaciones especiales y asimétricas, la de México y Gran Bretaña con Estados Unidos. Al evento asistieron académicos y diplomáticos en activo y retirados de ambos países.

Gran Bretaña ha gozado de una relación especial con Washington; los observadores y los actores insisten en eso. Existe toda una literatura académica sobre el tema y sobran las referencias a las relaciones cercanas entre Presidentes y Primeros Ministros: Churchill-Roosevelt, Tatcher-Reagan y Blair con Clinton y Bush.

Sin embargo, el consenso prevaleciente entre los asistentes al taller, es que la relación especial entre Gran Bretaña y su excolonia va en descenso. Por el contrario, México tiene una relación crecientemente intensa con su vecino del norte.

Y mirando hacia delante, Gran Bretaña se mira más cercana a Europa continental mientras que México, sin alternativas viables de diversificación, se presume más cercano a los Estados Unidos, y por lo tanto, desarrollando una relación bilateral cada vez más especial.

Fue bajo los mandatos de Churchill y Roosevelt y ante la amenaza nazi cuando se forjó la relación especial entre el imperio decadente y el emergente. El líder británico la veía como una alianza necesaria entre los angloparlantes para combatir los malignos intentos de totalitarismo.

Lo especial de la relación radicó en la confianza y el trato único que se propiciaban. Por ejemplo, habría una gran colaboración entre sus servicios de inteligencia, que fue particularmente positiva para la potencia emergente, pues aún no contaba con la experiencia ni los contactos de los espías británicos.

En un realismo rayando en el cinismo, los británicos aceptan que son ellos y no los estadounidenses quienes han impulsado la relación especial. Buscaron una asociación de privilegio con la nueva potencia de la post Segunda Guerra Mundial para seguir siendo poderosos y participar así en las grandes decisiones del orbe.

México, en condiciones distintas, durante la Guerra Fría (el conflicto sordo entre Estados Unidos y la URSS 1946-1990) luchaba por guardar distancia con el vecino y gran triunfador de la guerra. Ambas capitales operaban con una especie de acuerdo tácito -México podía desarrollar una política exterior con bastante autonomía, lo que explica nuestra cercanía a Cuba y las denuncias al...

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