Empresa/ Fiasco

AutorAlberto Barranco Chavarría

La prisa, sin embargo, depara una sorpresa: la Comisión Nacional Bancaria y de Valores sí presentó en su momento opinión de delito sobre las presuntas operaciones irregulares vía empresas canalizadoras, en las que se simulaban créditos cuyo destino final, entre otros, eran los fideicomisos.

Más aún, la Procuraduría General de la República asumió a su vez la investigación correspondiente, a cuya vera serían llamados a declarar, entre otros, el presidente del partido oficial en la época en que se entregaron los donativos, Fernando Ortiz Arana, así como el tesorero, Carlos Sales Gutiérrez...

Desde otro ángulo, la información que acompañará a los expedientes que se pondrán a disposición de la Cámara de Diputados hablará de que a final de cuentas el PRI sólo conocía que el donante se llamaba Carlos Cabal Peniche... es decir el partido era absolutamente ajeno a las maniobras delictivas con las que se armarían los paquetes de recursos.

Así de simple.

La gran incógnita, empero, es si la interventoría de Banco Unión a cargo de Eduardo Morillo Safa o la propia Comisión Nacional Bancaria y de Valores, encabezada a su vez por Eduardo Fernández, reconocerá oficialmente la existencia de quebrantos para la intemediaria...

...En cuyo caso los legisladores podrían exigir la aplicación estricta del artículo séptimo transitorio de la Ley para la Protección del Ahorro Bancario, que habla a la letra de la obligación de los partidos políticos para resarcir el daño ocasionado a una intermediaria cuando ésta hubiese desviado recursos a su favor.

Como recordará usted, el principal alegato de defensa por parte del ex presidente de la intermediaria sujeto a un proceso de extradición en Australia, fue justo que parte del desfalco de que se le acusa se explica por los donativos otorgados al PRI.

El dinero que apoyaría tres campañas políticas: la del frustrado aspirante a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio; la del Presidente actual, Ernesto Zedillo Ponce de León, y la del Gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado, se depositó en cuatro fideicomisos.

La identificacion de éstos se integraba en los siguientes números y beneficiarios: 2929-4, Comité Ejecutivo Nacional del PRI-Banco Unión; 2739-9, Comité Estatal del PRI-Banco Unión; 2939-1, Comité Estatal del PRI-BCH, es decir la razón social original de la intermediaria a su privatización, y 3110-8, Comité Directivo Estatal del PRI-Banco Unión.

Las partidas saldrían originalmente de las arcas de la...

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