Entrevista / Fidel Herrera / Guerra en el Papaloapan: 'Voy por el voto útil'

AutorFernando del Collado

Cardel.- Si se quiere medir la capacidad de movilización de los priistas, en su objetivo por alcanzar la gubernatura, aquí se dio una despliegue de fuerza lo bastante ilustrativo como para que no se dude que Veracruz les pertenece.

Es la tarde del viernes 20 de agosto. El despliegue es de calidad, digno para aprobar un ISO 9000, si ésta certificación aplicara para lo electoral: se han alquilado 700 mesas con capacidad promedio para ocho sillas. Se contabilizan 5 mil 600 campesinos que esperan sentados en sus mesas, como si de un banquete se tratara. Se han matado 80 becerros que terminan en mixiotes, en adobo de chile pasilla. Hay cerca de 200 meseros con charola en mano. Y la empresa refresquera Pepsi Cola ha contribuido con el reparto de bebidas.

Son 6 mil veracruzanos, cañeros miembros del sector campesino del PRI con credencial de militantes en mano y muy útiles para la "promoción del voto". Todos reciben su "acreditación" personalizada y con la rúbrica del candidato. Ahí mismo seis edecanes maniobran igual número de computadoras que registran sus nombres, checan sus credenciales de elector e imprimen los diplomas que acreditan a los promotores.

Es la "ola roja" que en esta ocasión recibe la visita de su líder nacional. "Más cercano a la gente" como él mismo se anuncia, Roberto Madrazo llega con ese aplomo de precandidato a Presidente. Está bañado en sudor. La temperatura alcanza los 38 grados y la enorme lona que resguarda a los asistentes parece someterlos a un baño de vapor. Ahí están de testigos distinguidos 46 diputados priistas que han acudido al llamado de su líder de bancada, Emilio Chuayffet quien, literal, suda la gota gorda.

Y el templete en forma de T -como una pasarela de moda- resulta insuficiente para que los madracistas ondeen sus banderas justo en el puerto que capitanea Miguel Alemán, el otro "distinguido priista" que también porta casaca de precandidato.

En el tarima, la unidad tricolor es renovada disciplina. A Beatriz Paredes Rangel, la líder histórica del cenecismo, es a quien se le debe la organización del encuentro con los cañeros. Pero no asiste. Deja que Madrazo se lleve los reflectores. Con todo, del éxito de su gestión y de su capacidad de convocatoria parecen incluso sorprender a los propios:

"Beatriz me engañó. Me había dicho que era una reunión con 100 productores cañeros. ¡Y mira con cuántos me sorprendió! ¡Son miles! Le voy a hablar para agradecerle", reconoce el candidato.

-¿Acabará por unir al PRI?

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