Fidel Herrera / Un voto por México
| Autor | Fidel Herrera |
El pasado 18 de noviembre aprobamos en el Senado de la República el dictamen de la Ley de Fomento a las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil.
Con esta ley será posible reforzar las tareas que realizan miles de instituciones sociales, que venían demandando contar con un nuevo marco claro y formal, que diera certidumbre jurídica al quehacer público de la sociedad.
Mediante esta ley damos el lugar que se merecen a las organizaciones, algunas con capacidad de convocatoria y actuación a nivel estatal, regional o incluso en todo el territorio nacional; pero también aquellas de quienes casi en el anonimato contribuyen con modestia, con recursos sencillos, con organizaciones incipientes, pero con voluntad inquebrantable a transformar la realidad de miles de personas.
Desde hace más de cinco años, el Centro Mexicano para la Filantropía, la Convergencia de Organismos Civiles, el Foro de Apoyo Mutuo, la Fundación Miguel Alemán, con el apoyo académico de la Universidad Iberoamericana, realizaron un trabajo muy serio para avanzar en la formulación de un marco jurídico que fomente las actividades que realizan las organizaciones civiles no lucrativas en el campo del desarrollo social integral.
En el sexenio anterior, el Plan Nacional de Desarrollo recogió ya el sentir de las organizaciones al reconocer que "el marco legal no es suficiente para el despliegue de las iniciativas y los propósitos de la sociedad organizada e independiente. El gobierno de la República considera que es de primordial importancia promover el establecimiento de un nuevo marco regulatorio que reconozca, favorezca y aliente las actividades sociales, cívicas y humanitarias de las organizaciones civiles".
La ley fue el fruto de un trabajo plural enriquecido y consensuado con más de 3 mil organizaciones civiles no lucrativas de toda la República que trabajan en el campo del desarrollo social integral. Su antecedente es la Ley de Fomento a las Actividades de Bienestar y Desarrollo Social, presentada en octubre de 1995 a la naciente Comisión de Participación Ciudadana de la Cámara de Diputados. Esa propuesta fue consultada en foros públicos organizados en diversas ciudades del país cuyos aportes fueron incluidos en esta presentación.
Los legisladores de ambas Cámaras hemos mantenido un diálogo para lograr la cabal comprensión de nuestro esfuerzo por contar con una ley que reconozca a las asociaciones no lucrativas de servicios a terceros, por su quehacer a favor del...
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