Vinos/ Fiestas en L.A. Cetto

AutorRodolfo Gerschman

Después de vivir en la incertidumbre que crea el estéril impulso de hacer realidad la promesa de los otros, específicamente la de "acumula puntos y viaja a cualquier lugar del mundo", estaré en algún lugar de Francia al momento en que se publiquen estas líneas. Habré podido llegar después de meses de suspenso, porque no es tan fácil, como cualquiera puede comprobar, convertir en un pasaje de avión los tan pregonados puntos.

En esta ocasión he descubierto e incluso practicado la cola del puntohabiente virtual. Para convertir en realidad la promesa que tan sueltas de huesos hacen aerolíneas, tarjetas de crédito, rentadoras de autos, hoteles de cinco estrellas y otros especímenes necesitados de agregar a la concreta incitación del gaste hoy la ilusión del sueño con vista al mañana, es necesario formarse con meses de anticipación, lo cual, a su vez, requiere de una planificación prusiana y soluciones de recambio por si no aparecen los codiciados lugares o, a último minuto, hay que aplazar el viaje un par de días.

En este último caso sugiero tener el dinero a la mano para comprar un pasaje real, por si es necesario olvidarse de los puntos promesas virtuales. Por poco que uno lo piense, y comience a calcular cuánta gente se encuentra formada en la misma cola; y divida el cargamontón por la cantidad de asientos que suelen tener los aviones, se habrá de llegar a la conclusión de que la conversión de puntos sólo podría funcionar bien con trasatlánticos volantes, especie de zeppelin cuyos vientres alberguen a miles de consumistas indigestados de compras y de puntos.

Lo importante, como dice un dicho sin importancia, es que aquí estamos: en pleno vuelo y en un avión casi normal si no fuera por lo atestado. Aunque mi mente todavía está en Baja California, porque ha sido casi bajarse de un avión, el que me trajo de la fiesta de la vendimia que cada año hace L.A. Cetto, para subirse al del sueño del puntohabiente.

Como cada año, gran parte de la multitudinaria fiesta (a la que llegaron tal vez unas mil 500 personas) se desarrolló en la cima de la colina desde la cual se divisa gran parte de los viñedos que los Cetto poseen en Baja California. Es el escenario más indicado para introducir al visitante en la realidad de la vinícola más grande de México, tanto por extensión de viñedos como por producción anual de cajas de vino.

Hacia ya algunos años que no venía a estas fiestas y entretanto sucedieron varias cosas. Una de las más importantes fue la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR