Financia ska a caravana globalifóbica

AutorLuis Alegre

Unos por allá sentados, otros en bola, los más expectantes apiñonados frente al escenario. Pero nadie bailando. Hasta que el vocalista de Rastrillos soltó la frase mágica.

"¡El que no baile es hijo de Bush!", gritó, y entonces sí, cientos de jóvenes comenzaron a mover el esqueleto. Para eso pagaron, para bailar y de paso protestar.

Y para resistir, según explicaba el cartel del concierto, celebrado como parte de las protestas de cara a la cumbre de la Organización Mundial de Comercio, que habrá de celebrarse la próxima semana en Cancún.

"¡El pueblo, unido, jamás será vencido!", cantaba a ritmo de ska "El Zopi", líder de la banda, en el escenario.

Abajo en la cancha terregosa del deportivo Vivanco -allá por los rumbos del otrora pueblo de Tlalpan- la banda presente respondía con el puño en alto.

Organizada por Jóvenes en Resistencia Alternativa -uno de los chorrocientos colectivos que quieren "descarrilar" la reunión de la OMC- la tocada tenía como primer fin reunir los fondos necesarios para llevar al Caribe mexicano a la raza globalifóbica de casa.

Para ello convocaron a la Maldita Vecindad, Panteón Rococó, Sekta Core, Rastrillos y Nana Pancha, entre otros. De la banda para la banda, pues.

Precisamente ayer por la noche unos 15 camiones repletos de opositores a la globalización partirían del Zócalo con rumbo a Cancún. Si salían bien las cuentas del concierto, podrían sumarse más autobuses a la caravana.

Pero la fiesta también era una manera de protestar contra todo lo que oliera a trasnacionales, cadenas de autoservicio, liberalismo y capitalismo; para poner al personal en antecedentes sobre lo que habrá de discutirse en Cancún entre los ministros de economía de 146 países.

"Las trasnacionales y los dueños del dinero quieren que todos pensemos igual, que comamos lo mismo, que nos...

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