En flagrancia / Feminicidios concentrados

AutorGustavo Fondevila

Este año, la Ciudad de México se ha visto sacudida por una serie de feminicidios de alto perfil: el de Abril Pérez, asesinada después de una audiencia de custodia (hijos); el de Ingrid Escamilla, asesinada por su pareja; y el de Fátima, una niña de 7 años cuyo cuerpo fue abandonado en la calle. La CDMX ganó una triste visibilidad en un tema doloroso. A pesar de los grandes avances en materia de igualdad de las mujeres (económica, política, social, etc.), de las campañas de concientización, creación de fiscalías especializadas, y de todas las políticas públicas en la materia, la violencia contra las mujeres en la Ciudad no se ha detenido.

Y la pandemia ha servido en este tema para empeorar la situación: en marzo de este año, las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer rompieron todos los récords llegando a 26,171 llamadas (en el mismo mes de 2016, hubo 6,626 llamadas [Secretariado Ejecutivo]). Prácticamente se cuadruplicó el número de llamadas en cuatro años (es decir, se duplicó anualmente). Esto no es un fenómeno aislado. Por el contrario, va de la mano de los feminicidios dado que la Ciudad ocupa los primeros lugares a nivel nacional.

COLONIAS CALIENTES

La CDMX debe ser una de las ciudades del País donde se han alcanzado los mayores niveles de igualdad de género. Y sin embargo, esto no ha significado un avance en materia de violencia contra las mujeres. En llamadas de emergencia por violencia, acoso sexual y violación, la Ciudad ocupa el segundo lugar a nivel nacional y en violencia familiar tiene el primer lugar. Un desastre en todos los sentidos para una urbe que se presume moderna, civilizada y cosmopolita, a la vanguardia del País, con leyes pioneras en materia de igualdad. ¿Cómo se explica esto? Quizá se trate de que la difusión logró mayores niveles de denuncia (precisamente porque ahora todos son conscientes de que la violencia no debe aceptarse). Y también es posible que un mayor empoderamiento femenino traiga consigo más violencia por parte de hombres que no aceptan su nueva situación. Pero hay otra posible explicación: como...

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