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En flagrancia / La nueva movilidad

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Vincent
AutorGustavo Fondevila

Paradójicamente durante la pandemia, la naturaleza disfrutó de cierto alivio: menos actividades humanas significaron menos presión sobre los recursos naturales (agua, aire, animales y bosques). Y la Ciudad de México no escapó a esta lógica de hierro: las restricciones de la movilidad en el Valle Metropolitano dieron un respiro a la contaminación habitual. Menos autos circulando significó aire más limpio. Así de simple.

Y también rápidamente, el semáforo naranja trajo consigo más actividades, apertura de negocios y más movilidad, es decir, más autos y transportes en las calles. No hace falta decir que aumentaron los accidentes de ciclistas (que habían ganado espacio) y mayores niveles de contaminación del aire de la Ciudad. Pero lo trágico de esto es que la CDMX sufre más por la contaminación de los autos de los estados vecinos que por los propios.

LOS NÚMEROS DE LA PÉRDIDA

Según el INEGI (2019), cada día circulan en la Ciudad entre 6 y 7 millones de autos, lo que tiene sentido dado el tamaño de la economía de una ciudad estratégica para el desarrollo del País.

Pero curiosamente, a pesar de que los habitantes de la Capital reportan tener 6,084,903 autos, sólo el 21 por ciento de esa cantidad se somete a los estrictos controles de contaminación del Gobierno de la Ciudad (verificación vehicular). El resto va por la libre, sin pagar los costos de lo que contamina, sin tener que arreglar su auto para contaminar menos, o directamente contaminando a gusto.

Y como muestra la tabla, no se trata de un grupo pequeño de oportunistas (aviadores) sino de una aplastante mayoría: casi el 80 por ciento de los autos de la Ciudad escapan a los controles (4,804,903 autos). Sólo 2 de cada 10 autos son examinados de acuerdo a las altas exigencias de la Ciudad, los demás hacen lo que quieren. La diferencia es tan grande que ya no debería ser visto como una picardía de los capitalinos, sino como un problema de política pública.

Pero curiosamente, cada jefe/a de Gobierno se vuelve tímido/a al asumir esta responsabilidad frente -por ejemplo- al Edomex (que se lleva la parte del león en...

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