En flagrancia / Trabajos de riesgo en la Ciudad

AutorGustavo Fondevila

La semana pasada, un trabajador de la Delegación Xochimilco recibió una fuerte descarga eléctrica que le provocó quemaduras de primer y segundo grado. El operario estaba arreglando el cableado público en San Luis Tlaxialtemalco cuando se produjo la descarga que lo lanzó contra el asfalto. Posteriormente fue asistido por Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM - MX008G2) que lo trasladaron al Hospital General Merlos. Sin dudas, se trató de un accidente laboral con mucha suerte. No hay que olvidar que hace apenas un año, en un estacionamiento en construcción al sur de la ciudad, se derrumbaron tres niveles matando a 7 albañiles e hiriendo gravemente a otros 9. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la ciudad tuvo 30 muertos en 2016 y 57 en el 2015 por accidentes laborales que se podrían haber evitado.

LOS NÚMEROS ROJOS DEL TRABAJO

Pero estos números apenas reflejan el mundo de problemas de la inseguridad en el trabajo de la Ciudad. Por ejemplo, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a pesar del descenso en el número de defunciones, la tasa de incapacidades permanentes (que generalmente dejan a las personas fuera del mundo laboral) viene en aumento constante desde el 2007 y en 2016 superamos la cifra lograda 10 años atrás con menor número de trabajadores.

Este flagrante retroceso junto con la baja en la cantidad de accidentes señala que cada vez hay menos accidentes (de 2.43 en 2004 a 1.87 en 2016 por cada 100 trabajadores) pero de mayor gravedad. Pero esto no dice nada de la cifra negra de accidentes que los expertos calculan en el 65% del total (Asociación Interdisciplinaria de Salud Ocupacional e Higiene de México) concentrada en restaurantes, servicios profesionales y técnicos, supermercados, tiendas de autoservicio y construcciones.

Y la tragedia consiste precisamente en que los ramos que más accidentes tienen, al mismo tiempo, son los que presentan mayor cantidad de trabajadores no registrados en el Seguro Social. La tormenta perfecta para perder un dedo, un brazo o una pierna y terminar en el hospital público esperando en la guardia para juntar el dinero necesario para la operación. No se engañe...

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