Fracasa lucha europea contra migración ilegal

AutorLuis Méndez

Corresponsal

MADRID.- La llegada masiva de indocumentados africanos a España está poniendo en evidencia el fracaso de las políticas europeas para contener la inmigración ilegal.

Tan sólo en agosto alcanzaron al archipiélago de Canarias (territorio español ubicado al noroeste de África) cerca de 5 mil trabajadores sin papeles, cifra que supera el total de llegadas durante 2005.

La situación de emergencia que se vive en el archipiélago español, cuyos centros de acogida están desbordados ha llevado a la Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega a convocar a todos los Embajadores españoles destacados en países africanos con el fin adoptar medidas diplomáticas e implicar a estas naciones africanas en la lucha contra la migración de indocumentados.

Hasta el momento, en el dispositivo de la Agencia Europea de Fronteras (FRONTEX), creada en 2004 para vigilar las costas más vulnerables del Continente, sólo participan 4 países de los 25 que integran la UE.

Sus medios, además, son insuficientes para contener las oleadas de subsaharianos que a bordo de frágiles embarcaciones se lanzan al mar.

Sobre el papel, FRONTEX coordina la cooperación operativa entre Estados en el ámbito de la gestión de las fronteras exteriores, lleva a cabo análisis de riesgos y asiste a los socios en materia técnica y operativa.

Sin embargo, en la práctica esta agencia europea se ha mostrado insuficiente, sobre todo por la falta de participación real de la mayoría de los países de la UE que no se sienten amenazados por el fenómeno migratorio.

Debido a ello, cada país adopta las medidas que considera oportunas. En el caso español se ha producido ya una militarización de las fronteras, sobre todo en los enclaves ibéricos en territorio africano (Ceuta y Melilla) y en la franja de mar que separa Canarias de África, con una vigilancia especial de las costas de Senegal, Mauritania y Cabo Verde.

"El hecho de que la llegada de estas personas se esté tratando como una avalancha con la consiguiente sensación de alarma social tiene como objetivo instrumentar políticas más restrictivas en las fronteras situadas al norte de África. La creación de esta alarma inhibe también a la ciudadanía ya que la mayoría no se plantean los efectos negativos de esta estrategia, lo que favorece sin duda que se adopten medidas represivas", señala a REFORMA el abogado Diego Lorente, experto en inmigración y portavoz de SOS Racismo.

"Las vías de tránsito cada vez son más complicadas y por lo tanto más...

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