Fractura crisis a GB y a España

WASHINGTON.- Luego de que Estados Unidos, Gran Bretaña y España anunciaran el retiro del proyecto de segunda resolución y que la diplomacia llegó a su fin, las críticas al interior de Madrid y Londres no se hicieron esperar.

En Londres, el líder de la Cámara de los Comunes, Robin Cook, figura de alto nivel en el Gobierno de Tony Blair, renunció a su puesto en protesta por la postura del Primer Ministro frente a la crisis iraquí.

"No puedo aceptar responsabilidad colectiva por la decisión de comprometer a Gran Bretaña ahora en una acción militar en Iraq sin el acuerdo internacional o el apoyo doméstico", dijo Cook.

En una carta dirigida a Blair, afirmó que "no es su culpa que los intentos (por lograr una segunda resolución en la ONU) hayan fallado", sin embargo, enfatiza su rechazo a una intervención bélica unilateral.

"Usted y yo", le dice a Blair, "hemos defendido durante años un orden internacional basado en decisiones multilaterales a través de la ONU y otros foros. Creo que es un error embarcarse en la acción militar sin un amplio apoyo internacional. En la práctica, va contra los intereses de Gran Bretaña crear un precedente para la acción militar unilateral".

Cook manifestó su "consternación al ver que una vez más Londres se apartó de sus vecinos europeos".

En España, la ofensiva contra la postura belicista de José María Aznar creció al anunciar el partido opositor Izquierda Unida que llevará al Presidente a los tribunales si participa en la guerra contra Iraq sin el consentimiento previo del Parlamento, tal como establece la Constitución.

Por su parte, el líder del Partido Socialista Obrero Español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió a...

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