Fracturan Fundación Jenkins

AutorLaura Carrillo

En 2010, la empresa Reforma Bicentenario compró a Desarrollos Fam el inmueble Punta Reforma ubicado en el cruce de Paseo de la Reforma y Avenida de los Insurgentes, en la Ciudad de México, la esquina más emblemática del País.

La operación podría parecer una compra-venta normal, no fue así. Detrás, existió una compleja triangulación de recursos que dejó una ganancia por 14 millones 500 mil dólares, según la versión de uno de sus protagonistas: Guillermo Jenkins de Landa.

La dos empresas se formaron con recursos de la poderosa Fundación Mary Street Jenkins, que hace una semanas cumplió 59 años, benefactora de la Universidad de las Américas Puebla, el Colegio Americano Puebla y el Clubs Alpha, también en ese Estado.

Desde 2002 y hasta junio de este año, el Patronato de la Fundación estuvo formado por Guillermo Jenkins Anstead, sus hijos Guillermo y Roberto Jenkins de Landa, y otros familiares.

Aunque llevan el apellido de la Fundación, no son dueños de los recursos, sino representantes legales y administradores, como lo estableció William O. Jenkins Biddle, el estadounidense que logró acumular una fortuna millonaria y la dejó para la beneficencia.

En sus primero años, el Patronato estuvo a cargo de Manuel Espinosa Yglesias, socio del fundador. Pero a partir de 1995 comenzó la lucha entre él y la familia Jenkins, quienes lograron por medio de tribunales estar en el patronato al comprobar violaciones a los estatutos por parte de Espinosa Yglesias.

Gracias a sus acertadas inversiones financieras e inmobiliarias, la Fundación tiene un patrimonio de 750 millones de dólares, y ha llegado a donar entre 500 y 600 millones de dólares al año al País. Su mandato es apoyar la educación, salud, cultura y deporte, cuenta Guillermo Jenkins de Landa.

Con la crisis de 2008, las inversiones financieras fueron afectadas, así que los Jenkins se enfocaron en comprar inmuebles, de donde obtendrían más recursos para cumplir con sus objetivos.

Ahí entra Punta Reforma, que hoy tiene enfrentados a Guillermo Jenkins de Landa, el primogénito, contra su padre, hermano y toda la familia.

Compraron el proyecto en 2010, a un grupo de españoles en crisis. Para hacer la operación, el Patronato de la Fundación formó la empresa Reforma Bicentenario, cuyo presidente del Consejo de Administración era el propio Guillermo Jenkins de Landa.

Pero fue mediante una triangulación, explica él mismo.

Su padre y su madre, Elodia Sofía de Landa de Jenkins, formaron la empresa Desarrollos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR