Frankenstein constitucional

AutorErnesto Núñez

-El monstruo no puede pasar -indicó uno de los guardias que custodia la puerta de la vieja casona de la calle Xicoténcatl al diputado Erick Flores.

-Viene conmigo y va a pasar -insistió el también dirigente del Partido Encuentro Social, quien forcejeó durante un minuto con los guardias para que su acompañante pudiera entrar al recinto donde sesiona la Asamblea Constituyente.

Su intención era presentar a la prensa a un joven vestido de negro, con grandes zapatos, cabeza descomunal y un maquillaje casi perfecto en tonos verdes. Un Frankenstein que, según el PES, simbolizaba el proyecto de Constitución del jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.

Eran las diez de la mañana, y la escena anticipaba lo que pasaría dentro del salón de plenos dos horas después.

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La quinta sesión de la Constituyente, citada a las 10:00 horas, inició a las 11:00, con sólo 75 diputados registrados.

Tenía como propósito aprobar las ocho comisiones legislativas que crearán los dictámenes del texto constitucional, pero antes de votarlas, se tenían que aprobar dos reformas del reglamento para el gobierno interior de la Asamblea. Una aparente minucia que Morena hizo ver como uno más de los defectos del proceso constituyente: con sólo 12 días de vigencia, el reglamento ya tuvo que ser modificado para ajustarlo a los acuerdos de las fuerzas políticas.

Después, cada uno de los 10 grupos parlamentarios tuvo hasta 15 minutos para hacer un posicionamiento inicial sobre el proyecto de Constitución que, ahora sí, comenzaría a ser discutido.

Desfilaron por la tribuna, en orden ascendente según el peso de sus grupos, los coordinadores y voceros del PES, Panal, MC, PVEM, Constitucionalistas (designados por Mancera), el grupo de designados por Enrique Peña Nieto, PAN, PRI, Morena y PRD.

En una continuación del performance que organizó a las puertas del recinto, Erick Flores abrió fuego contra el proyecto del jefe de Gobierno: "las ocurrencias y el catálogo de los deseos de clientelas políticas están a la orden del día. Puede llegar a ser un gran Frankenstein que se va a revertir en contra de los capitalinos".

Al del PES, le siguió Gabriel Quadri, ex candidato presidencial y ahora vocero de Nueva Alianza, quien hizo la crítica mejor articulada al proyecto. "Convertir necesidades de la población en derechos no es un ejercicio racional", dijo.

Quadri hizo ver una decena de contradicciones e inconsistencias en temas como agua potable, manejo de residuos, medio ambiente, movilidad...

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