Franky Mostro / La gloria o la cárcel

AutorFranky Mostro

Amigos: en esta columna les iba a hablar de autos híbridos, pero me fregué la rodilla. Hoy les platicaré de una de las pruebas de manejo menos prudentes que he realizado.

Esto sucedió hace algunos pocos años cuando conocí el entonces nuevo Corvette Z06, el primero con un supercargador de tornillo. Yo sabía que me transportaría al infinito y más allá con sus 650 caballos de brutalidad gringa y una irreemplazable transmisión de 7 pa´lante.

Una noche antes del manejo, mientras platicábamos durante la cena, estábamos tan animados, que uno de los meseros nos propuso llevarnos a un granero ilegal donde los locales vacilaban sin control. Solo la astucia de la gente de relaciones publicas de Chevrolet impidió en el ultimo momento que abordáramos esa van que nos llevaría a bailar country con Mary Ann o Peggy Sue. Maldita sea, yo quería ir.

Muy temprano al otro día nos dieron las instrucciones: manejaríamos hacia el parque nacional del Valle de la Muerte; la velocidad permitida era de 75 mph, que son unos 120 kilómetros por hora. Nos advirtieron que si rebasábamos esa velocidad pagaríamos 1,000 dólares de multa, esto siempre y cuando fuéramos sorprendidos en el estado de Nevada, porque si nos agarraban en California donde se encuentra este parque, iríamos directo a la cárcel con todo y overol naranja.

Empezó la manejada en paisajes dignos de una película de John Wayne y al sentir el primer jaloneo de torque me di cuenta que el Z06 era uno de esos autos que te hacen perder toda capacidad de pensamiento racional, así que en el cambio manual de 2ª a 3ª le dije a Yaffar (mi fiel compañero): "hoy rodaremos a 300 kilómetros por hora". Él sólo gesticuló una mueca de incredulidad.

La plática era buena,pero mejores estaban las rectas, y así sin...

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