La otra Frida

AutorTeresa Rodríguez

Esta evocación no es a la Frida Kahlo que se autorretrataba vistiendo collares, pensando en Diego o con Fulang-Chang, sino a la que echaba a volar la imaginación en los mercados, experimentaba en la cocina y agasajaba a sus invitados.

La Academia Mexicana de Gastronomía ofreció el pasado 31 de mayo, en el Club de Industriales, una cena titulada La Mesa de Frida buscando revivir no a la artista plástica, sino a la incomparable anfitriona que fue Kahlo.

"Ella no contaba, en un principio, con muchos recursos culinarios. El día de su boda, celebrada en una sencilla azotea, Frida se dio cuenta de que aprender a hacer una buena comida sería una parte importante de su vida al lado de Diego.

"En muchas ocasiones, lograba disipar el mal humor del pintor haciéndole los platos que le gustaban. A Frida le encantaba servir, le encantaba atender. Gracias a tantas historias contadas hemos logrado esta investigación. Lo que hoy estamos rescatando es ese otro arte, el arte de servir", define Alfonso de Robina y Bustos, presidente de la Academia Mexicana de Gastronomía.

La idea, propuesta por Lourdes Ascencio, ex presidenta de la Academia, tardó cuatro meses y medio en cristalizarse. Investigadores, chefs, decoradores y coleccionistas la hicieron posible.

Al centro del Salón Tamayo se ha dispuesto una mesa que bien podría llevar la rúbrica de Kahlo: frutas, alcatraces, artesanías de barro, molcajetes, servilletas bordadas... Frente a ella una réplica de la cocina de la Casa Azul con su icónica pared de talavera, sus ollas de barro y sus huacales de madera.

Si algo distinguió a Kahlo, en la plástica y en la cocina, fue su amor por lo mexicano.

Una buena parte de las recetas que Frida cocinaba para Diego eran de Lupe Marín. Sí, la primera esposa del pintor fue quien ayudó a Kahlo a desarrollar sus dotes culinarias.

"Lupe entraba y salía de casa de Diego tan tranquila, Frida le pedía recetas porque Lupe era una maravilla en la cocina.

"Hace 20 años hicimos un libro que se llama "Las Fiestas de Frida y Diego". Lupe Rivera (hija del pintor y la escritora) me dio su libreta con todas las recetas manuscritas y yo las adapté", cuenta la cocinera Laura Caraza.

De aquel recetario es que se rescató el menú que se sirve para la ocasión. Isabella Dorantes, chef ejecutiva del Club de Industriales y encargada de orquestarlo, explica que se escogieron platillos fáciles de reproducir en un banquete para 300 personas.

"Las presentaciones son más contemporáneas, pero los...

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