Frontera Invisible/ Injusticia de la Suprema Corte estadounidense

AutorSergio Muñoz Bata

En una decisión dividida, con cinco jueces a favor y cuatro en contra, la Suprema Corte de Justicia estadounidense concluyó que la violación a las leyes de inmigración del país pesa más que los derechos laborales de un trabajador injustamente despedido por intentar sindicalizarse.

Así, el fallo de la Corte le impide al trabajador despedido cobrar el salario por el trabajo que no pudo desempeñar durante los tres años que duró el litigio inicial.

Desde una perspectiva más amplia, es evidente que la decisión de la Corte tendrá un efecto terriblemente negativo sobre las leyes laborales que rigen en este país. Además, como bien señaló el juez Stephen Breyer al escribir la opinión de la minoría, la decisión podría alentar a los patrones a contratar a más trabajadores ilegales al constatar que los pueden despedir impunemente si intentaran sindicalizarse para defender sus derechos.

La decisión de la Corte es también un duro golpe a la Casa Blanca, porque el Gobierno había asumido la defensa legal de Castro y perdió. También pierde el Presidente George W. Bush, porque el fallo evidencia las limitaciones del poder Ejecutivo frente a otros poderes, en especial frente al Judicial. La decisión de la Corte Suprema es inapelable.

El caso empezó en 1988, cuando José Castro fue contratado por una planta química del área de Los Angeles. Al hacer su solicitud de empleo, Castro presentó un acta de nacimiento del Estado de Texas. Antes de cumplir un año de trabajo, Castro y otros dos trabajadores más fueron despedidos de la empresa por intentar organizar un sindicato en la empresa.

Considerando que desde 1930 la Ley Nacional de Relaciones Laborales prohíbe a los patrones castigar a los trabajadores por intentar sindicalizarse, el caso de Castro parecía cuestión de trámite sencillo. La ley establece que a los patrones que violen la ley les queda sólo una alternativa: restituir en su puesto a los trabajadores despedidos o pagarles el salario que podrían haber ganado desde el despido hasta el final del pleito legal.

En 1993, en un juicio de carácter administrativo, un juez falló en favor del trabajador despedido. Sin embargo, durante una de las audiencias del caso se descubrió que Castro había mentido respecto a su nacionalidad. Se reveló que el acta de nacimiento de Texas era falsa y que Castro había nacido en México. Al descubrirse la mentira, el mismo juez modificó su fallo diciendo que Castro no tenía...

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