FRONTERA INVISIBLE / No se habla inglés

AutorSergio Muñoz Bata

Como si no existieran ya suficientes organizaciones hemisféricas, los latinoamericanos se inventan una nueva, Celac, en la que no caben ni EU ni Canadá.

Perdido en un bosque de acrónimos, OEA, MERCOSUR, Unasur, Alba, CARICOM; y de organizaciones regionales como el Grupo de Río o la Cumbre Iberoamericana, este fin de semana, en Caracas, Venezuela, se creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). A diferencia de la OEA, Celac excluye a Estados Unidos y Canadá y a diferencia de la Cumbre Iberoamericana, Celac excluye a España y Portugal, y se constituye con 33 naciones con gobiernos de izquierda desbocada: Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua; de izquierda: Brasil, Argentina, Uruguay, El Salvador, y de derecha, tirando al centro: Colombia, Panamá, Chile y México.

El propósito declarado, y evidentemente consensuado, de la nueva organización es primordialmente económico. De lo que se trata, dice el comunicado oficial, es de construir una nueva "arquitectura financiera propia" que le permita a la región blindarse de la crisis económica que sacude a Estados Unidos y a Europa. No obstante, es claro que su constitución obedece también a consideraciones geopolíticas y tiene poderosas motivaciones políticas.

"En rigor", me dice Peter Hakim del Diálogo Interamericano, "la idea de crear este nuevo organismo regional que incluyera a los miembros de Unasur y a los del Grupo de Río, fue formulada por Luiz Inácio Lula da Silva para mostrar el alcance, la influencia y el liderazgo de Brasil en el continente, durante la Cumbre de Bahía hace tres años. Después de la reunión en Bahía y respondiendo al reto lanzado por Brasil, México se ofreció como anfitrión para la reunión preliminar en 2010, aprovechando de esta manera la oportunidad para mostrar su indiscutible pertenencia en el bloque latinoamericano. Colombia, primero con Álvaro Uribe y luego con Juan Manuel Santos se incorporó, en parte" me dice Hakim, "para reparar relaciones con los países de Unasur y mostrar su independencia respecto a EU, al tiempo que continúa participando activamente en la OEA".

Y no solo eso, reitera Abraham Lowenthal, fundador del Pacific Council on International Policy, "Calderón en México, Santos en Colombia y Sebastián Piñera de Chile, se unen al grupo para afirmar su influencia en la región y para mantener la mayoría por encima de los países del Alba. Pero también con la intención de no dividir más a la región con confrontaciones inútiles mientras...

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