FRONTERA INVISIBLE / La región desconocida

AutorSergio Muñoz Bata

A 10 meses de que empiecen las elecciones primarias en Estados Unidos, y a un año y medio de la elección general, cabría suponer que el estado de la economía nacional y de los niveles de desempleo seguirán siendo los temas prioritarios en las campañas de los candidatos presidenciales. Sin embargo, la inestabilidad creada por las revueltas en varios países de África del Norte y sus posibles consecuencias globales, así como la intervención militar de Estados Unidos en Libia, hacen prever que la política exterior emergerá como tema importante. Desafortunadamente, mucho me temo que los países de América Latina seguirán siendo ignorados.

Con el país sumido en una profunda crisis económica y con sus fuerzas armadas peleando en dos frentes de guerra pero obligado a encarar la crisis política y militar en Libia, el Presidente Barack Obama ha renunciado, al menos temporalmente, a seguir considerando a su país como "la nación indispensable". Francia y Gran Bretaña han tomado el liderazgo aunque habrá que ver si tienen el coraje, la voluntad, el dinero y la fuerza necesaria para desempeñar el papel de Policía global al que Estados Unidos nos tenía acostumbrados o si en el fragor del combate le suplican a Estados Unidos que recupere su papel.

Pero Libia es apenas una de las aristas de una crisis que empezó en Túnez, pasó por Egipto y sigue cimbrando a un puñado de países con gobiernos autoritarios que hasta ahora habían sido importantes aliados de Estados Unidos en la región. El viejo paradigma que conducía al alineamiento con los déspotas para no alterar la estabilidad regional se ha derrumbado y esto ha obligado a Obama a intentar redefinir los principios de una nueva política exterior que por el momento, y al interior del gabinete presidencial, oscila entre una que privilegie "valores democráticos universales" que funcionen para legitimar la intervención militar por razones "humanitarias" -como en Libia- u otra que continúe basándose en consideraciones dictadas por los intereses geopolíticos o económicos del país.

Con la mira puesta en la elección presidencial del 2012, algunos republicanos han acusado a Obama de ser "indeciso, tímido y vacilante". "La causa de la libertad", ha dicho Mitt Romney, "no prospera sin un liderazgo orgullosamente decisivo y consistente." Puede ser, pero no olvidemos el predicamento en el que el liderazgo visceral de George W. Bush puso al país.

Por otro lado, el gran problema para los aspirantes a la candidatura...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR