DESDE LA FRONTERA NORTE / Más bien desde África

AutorJorge A. Bustamante

Escribo desde Dakar, capital de Senegal, en la región más occidental del continente africano al norte del ecuador y al sur del desierto del Sahara. Vine a una misión oficial de la ONU en mi carácter de relator especial para los derechos humanos de los migrantes. Senegal es un país tanto de emigración (principalmente a España, Italia y a los países del Golfo Pérsico) como de inmigración (de países vecinos como Mauritania, Mali, Guinea, Gambia y Burkina Faso). La emigración de senegaleses se ha hecho noticia internacional a partir de las muertes en el Océano Atlántico en sus desesperados esfuerzos de llegar a Europa en embarcaciones precarias por vía de las Islas Canarias. Me tocó ver un barco de la Guardia Civil española patrullando en busca de esas embarcaciones frente a la costa de Dakar, mientras viajaba en un barco junto a otras 200 personas que éramos transportadas a la Isla de Gorée, a 4 kilómetros frente a la costa de Dakar, para visitar los edificios a donde eran concentrados los esclavos capturados en varios países de África durante los siglos XVI al XIX, en camino a Estados Unidos y, en menor escala, a otros países del continente americano, incluyendo a México. Se calcula que fueron de 15 a 20 millones de esclavos los que fueron sacados de África durante los siglos que duró esa práctica. El domingo pasado visité el edificio construido ex profeso en 1840 para concentrar a los hombres que habían dado el peso requerido de 60 kilos -entre 15 y 20 años y sin defectos físicos-, que los había hecho preferentes para los traficantes americanos para ser llevados a Estados Unidos, a donde eran llevados los más fuertes -los que no daban el peso eran colocados en mazmorras donde los ponían a engordar para alcanzar el peso requerido. Los que ni así lo alcanzaban, eran vendidos en el mercado local a menor precio. Antes de embarcarlos, cada esclavo era identificado con nombres y apellidos comunes en los países a donde eran destinados. Los que habían sido comprados por brasileños en portugués. Los comprados por estadounidenses en inglés, y así sucesivamente. Las mujeres eran separadas entre jóvenes y "viejas". El criterio de distinción establecido por los traficantes era la firmeza de sus pechos. Las jóvenes, así distinguidas, eran vendidas a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR