Froylán M. López Narváez/ Medios locos

AutorFroylán M. López Narváez

Se reiteró, con mayor trabazón, el pleito entre Televisión Azteca, tangencialmente también Televisa, y la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal. En una "movida" audiovisual, se logró autorización insólita, notario de por medio, para recoger y divulgar a lo grande -el programa Hechos del lunes ocupó la parte mayor de su tiempo para enfrentar, otra vez, al doctor Samuel del Villar- con el empleo de los recursos del tremendismo, la sensibilería, la interlocución breve e insidiosa y el acoso inquisidor para tratar de hacer saber una inducida maldad e ilegalidad de la Procuraduría distrital.

Ocurrió que un falsario reconocido, un delincuente aprisionado por otros delitos, el señor Luis Gabriel Valencia López, se sintió "...moralmente mal" y quiso aclarar hechos en los cuales "fue forzado a declarar", con esta exhibición a todo color e indirecta -la grabaron un fin de semana y la expusieron diferida- para exonerar a los inculpados Paola Durante, Luis Ignacio Amezcua Contreras y a Erasmo Pérez Garnica. Todos imputados en el caso del consumidor y narcotraficante, según declaraciones de socios y amigos, Francisco Stanley.

El antiguo vociferante, lector de noticias y comentarista gesticular, Javier Alatorre fue el agente de la empresa para encaminar ideas y emociones para que los televidentes admitiesen la verosimilitud de lo que dijo el inculpado hablador Valencia López. Alatorre remarcaba, con mucha insistencia, la noción de que lo que sostenía el preso eran "revelaciones". El abogado de la recluida por meses, la señora Paola Durante, aduce que estos dichos y retractación podrán ser convalidados por el juez de la causa y dar lugar a la liberación de la modelo inculpada.

En buena parte el tiro ha salido por la culata. Quien haya tramado este artilugio denostador, no ha de estar ahora muy convencido de la eficacia de la trama. Alatorre convocó a la madre de la señora Durante para solicitarle su juicio sobre la retractación del autor de robo calificado, portación de arma de fuego y abuso de confianza. Está compurgando una pena de siete años y ocho meses por estas fechorías probadas. La madre de Paola simplemente declaró que este señor era un mentiroso nocivo y que no le creía. La compungida madre sostiene que los males de su hija son obra de los policías judiciales.

Abogados y amigos, la familia de la presa, se cobijan bajo las consideraciones de la Comisión de Derechos Humanos de la capital de la República, según consideraciones muy...

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