Froylán M. López Narváez / Piden PAN

AutorFroylán M. López Narváez

Es conocida y reconocida la disposición de los políticos a pedir su pan de cada día: cargos y posiciones. De eso viven y para eso viven. El PAN y el PRI, en estos días, y los que siguen, pugnan, demandan, se irritan y lloriquean, mujeres y hombres, por la composición del gabinete partidario blanquiazul y los del tricolor. En la inmediatez los panistas evidencian arreglos y descomposiciones internas.

El sainete interno por la designación del Comité Ejecutivo Nacional del partido en el medio poder nacional culminó con transacciones entre los aspirantes presidenciales que fueron. El conductor designado, Gustavo Madero, logró una mayoría de 128 votos, con ganancia de 19 posiciones. Aunque Roberto Gil obtuvo 122 votos, le concedieron solamente 3 posiciones. En cambio Francisco Ramírez Acuña, con 45 sufragios, logró 5. Y a Cecilia Romero, con 57 favorecedores, le reconocieron 11, Judith Díaz, 14 y 2.

Gil, después de retirar sus propuestas, hizo reclamaciones públicas y berrinches. Tres señoras, una hermana de FCH y dos diputadas fueron incrustadas a su cuenta por cuota de género. La señora Romero hizo reconocer a 11 yunquianos (no junguianos) con lo que esta tendencia, reputada de reaccionaria y retrógrada, habrá de tener una presencia que amedrenta a neoliberales y liberales. Sumados los votos, el electo Madero triunfó -se entiende que es una victoria- con una mayoría precaria de 128 votos.

Gil, imputado de ser favorito del Presidente legalizado, no se contuvo y recriminó al elegido por no cumplir promesas y abandonó la mesa de negocios, negociaciones, no sin antes reclamar a cielo abierto a la señora de Calderón los incumplimientos maderistas. Indignado reprobó que no "se hubiese cumplido el compromiso de conformar un Comité Nacional plural". Pero se le habrá de considerar y se le ofrece "diálogo" ya que no le obsequiaron con posiciones. No le aceptaron sus recriminaciones; no obstante, perdonavidas, "la generosidad (sic) y la actitud" maderista intentará "mantener un proyecto que genere y reincorpore a todos los panistas". No se aludió al espectacular que se ubicó enfrente de la sede panista: "Todos somos Manuel Espino".

El actual dirigente del PRD, Jesús Ortega, se apresuró a felicitar al nuevo jefe partidario (¿Y qué es del "Jefe" Diego?) y pidió su pan, que pareciera solicitud de mendrugos: mantener el compromiso de ir "juntos" en el 2011.

El neopriato ya "planchó" la sucesión en la dirigencia...

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