Froylán M. López Narváez / Marchistas y marchantes

AutorFroylán M. López Narváez

Las ciudades de México, Zacatecas, San Cristóbal de las Casas, Monterrey -en donde hubo violencia cetemista-, Puebla, Mérida, Oaxaca, destacaron en sus manifestaciones en torno al 1o. de mayo, día, más de protestas y reclamaciones, que de festejo de los trabajadores. Pero se llevaron la atención mundial y la norteamericana las marchas e inactividades de migrantes, sobre todo ilegales, de muchos países, en los Estados Unidos de América.

En la Ciudad de México aparecieron y reaparecieron querellantes obreros, o en su nombre, y hubo una aparición fugaz del Delegado Zero, más conocido como subcomandante Marcos, en su importante y desatendida masivamente "La Otra Campaña". Desunidos y escindidos, concurrieron al templo mayor del país, el Zócalo nacional, sitio en donde se concentran los poderes simbólicos y míticos de la República. Este lugar sirve lo mismo para un cantado, que para un fregado, para festejos y vociferar inconformidades, quejas y denuncias.

Se apersonaron los cupuleros del Congreso del Trabajo y de la Unión Nacional de Trabajadores. Escribe el reportero Benito Jiménez que los contingentes, todos manipulados por sus caciques sindicales o por sus gurús políticos, "llegaron entrones y se retiraban relajados". Se cumplió así lo indicado por la antañona psicología de las multitudes que determina los modos y formas de este tipo de encuentros en donde ocurren los fenómenos de masificación -pérdida ocasional de identidad-, volubilidad, intolerancia, impulsividad, congregación de horas, emotividad estentórea e irritación, menos o más agresiva.

Como la contradicción es médula de la vida propia y la colectiva, se da el caso de que los líderes perdurables, crónicos, de sindicatos como el de telefonistas nacionales, hacen apología de un líder sindical harvardiano acusado y reputado como defraudador, ladrón de sus propios y presuntos compañeros de la minería. Otros los del muy dividido Congreso del Trabajo reclaman viejas consignas que no hechos: autonomía sindical, contratación y el desempleado derecho a huelga.

La marca "independentista", neocharra incipiente, la llevaron el Sindicato Mexicano de Electricistas, grupos mineros, la Confederación Revolucionaria (?) Obrero Campesina y algunos representantes de migrantes "latinos" o mexicanos. La parte oficialesca la significaron viejos negociantes de la clase obrera y de empleados: las vetustas CTM, FSTSE, sindicalizados de Relaciones Exteriores, de la Secretaría de Salud, Economía y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR