Fruto del amor

AutorEduardo Plascencia

Nacido en el Distrito Federal, de padres catalanes exiliados de la Guerra Civil Española, Pau Pijoan dedicó su vida a la veterinaria hasta que una crisis existencial a finales de los años 90 lo transformó en vitivinicultor.

"Me iba muy bien como veterinario radicando en el Distrito Federal, pero me llegó la etapa en la que uno cree que la vida no vale nada, y en la que ya no le ves sentido a lo que haces. Afortunadamente, mi esposa Leonora siempre estuvo a mi lado y por ella comenzó un nuevo camino.

"Me retiré de la veterinaria y vendí un condominio que tenía en la Ciudad, y consulté a mi esposa para invertir ese dinero en la Bolsa de Valores o en algún otro negocio que me pudiera dejar frutos. Al final, decidimos comprar un terreno en Ensenada, que te deja menos dinero que la Bolsa, pero que al menos disfrutas lo poco que te deja", comenta.

Con dos hectáreas de superficie, y con Merlot y Shiraz como las únicas uvas que trabajan, Pijoan y su familia comenzaron una nueva etapa.

Acostumbrado a disfrutar del vino en compañía de su esposa o amigos, asegura que ese gusto se transformó en una pasión que le dio un nuevo sentido a su vida.

En 1999, se inscribió al curso de vinos ofrecido por Hugo D'Acosta, en el que elaboró su primer botella con uvas de su terreno y de la que aún guarda algunos ejemplares que compara con sus vinos más recientes.

"Somos una vinícola modesta y familiar en la que hacemos vinos integrales y honestos que expresen las características del terruño y que reflejen el amor que depositamos en ellos.

"Siempre estoy caminando en el viñedo, estoy encargado de la molienda y despalillado, tengo sólo dos trabajadores más, una prensa manual, tanques de plástico y una bomba casera que sigo utilizando por miedo a que al utilizar la industrial mis vinos pierdan esa magia", añade.

Asociado con su cuñado para comenzar Viñas Pijoan, nombre de la empresa, en 2002 el tinto Leonora se transformó en la primer etiqueta lanzada al mercado. Fue nombrado así en homenaje a su esposa con la que tiene 30 años de matrimonio.

Influencia femenina

Leonora, Doménica, Paulinha y Silvana, esposa e hijas, respectivamente, son las mujeres que más influyen en la vida de Pijoan. Por ello, todos sus vinos responden a estos nombres y guardan un reflejo de la personalidad de cada...

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