Funcional y sustentable

AutorNayla V. Magaña

La nueva sede de la Escuela Militar de Ingenieros (EMI) fue construida con 38 mil metros cuadrados en tan sólo 10 meses, por lo que la velocidad y la economía en su ejecución son las principales fortalezas del proyecto.

El complejo fue diseñado y planeado por el General Brigadier Gustavo Vallejo y se realizó en colaboración con el cuerpo de ingenieros de la misma institución.

"Estamos hablando de un complejo educativo militar que tiene todos los adelantos tecnológicos y que innovó en los tipos de materiales de construcción, pero eso va desde el diseño mismo", señaló Vallejo.

Siete edificios se incluyen en las sedes de gobierno, espacio académico, alojamiento, laboratorios, complejo deportivo, auditorio y comedor. No obstante, en el exterior también se localizan las canchas de fútbol y pádel y, de forma subterránea, el campo de tiro.

Su diseño, si bien dista de lo ostentoso, presume condiciones tecnológicas y sustentables en cada uno de los volúmenes, los cuales fueron orientados conforme el eje eólico y solar para aprovechar la luz y el viento y así reducir el consumo energético.

"Es un proyecto con responsabilidad ecológica porque se utilizan campos solares, muros verdes, sistema de calentamiento solar de agua, barras perimetrales con concreto hidráulico, plantas de tratamiento y sistemas combinados de tratamiento de energía", resaltó el General.

La institución militar hospeda una planta de 500 alumnos y se extiende a lo largo de 38 mil metros cuadrados. Para levantarla, fue necesario demoler, en dos meses, 30 mil metros cuadrados de escombro de la antigua construcción.

FORTALEZA EN MATERIALES

En el proceso de construcción se utilizó concreto de alta resistencia, superior a 400 kilogramos por centímetro cuadrado, así como acero de alta calidad. Debido al tiempo de construcción, se echó mano de diversos aditivos y aceleradores de concreto creados por los propios ingenieros del plantel.

"Las alturas de los edificios son propias para mantener la ventilación natural, nuestros salones tienen inyección de aire limpio; sacamos el aire viciado, lo filtramos y lo volvemos a inyectar a presión a los salones para que los alumnos tengan aire más oxigenado", compartió.

De acuerdo con el ingeniero, el reto más importante fue crear una instalación que tuviera la mayor resistencia sísmica posible, superior a lo que establece el reglamento de la Ciudad de México.

Dada la demanda en el uso de las instalaciones, se construyeron dos puentes de cristal que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR