Fundido con su instrumento

AutorBrenda Martínez

La relación que tiene con su violín es tan poderosa que Ara Malikian demostró que el instrumento es como una extensión de su ser.

Y es que con su manera de tocarlo con los ojos cerrados, bailar y saltar con él, dejó claro que no se trata de una simple herramienta. Más bien son uno mismo.

Tras tres años de su primera presentación en el País, el violinista libanés revivió un sinfín de experiencias personales, a través de su fiel compañero.

"Vamos a empezar en el Líbano, donde yo nací, cuando yo tenía 6 o 7 años, durante la guerra civil la gente tenía que refugiarse en el garage.

"Cuando bajé estaba mi abuela, mi tío, mi padre con una viola y un vecino, e hicimos música, a partir de ahí vi el poder de ésta para hacer feliz a las personas", expresó Malikian luego de ejecutar su primera pieza "Concertó Grosso".

El viaje musical, que comenzó a las 20:45 horas, el jueves por la noche en Auditorio Nacional, continuó con "The Rough Dog".

Al inicio del Royal Garage World Tour, sus cerca de 10 mil seguidores que asistieron al show, de acuerdo con organizadores, brindaron aplausos discretos, pues apenas se escuharon en el recinto.

No obstante, conforme interpretó más temas, como "Pisando Flores" y "Castor", consiguió que la ovación resonara más fuerte.

Parecía que abrazaba el violín, con esos dedos cargados de brillantes anillos plateados. Tanto fue su frenesí que, sin abrir los ojos en casi todo su recital, el músico saltaba y agitaba su cabellera.

Danzó por el escenario cuantas veces quiso, y sus siete músicos se sumaron motivados por...

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