Argonáutica/ El furor olímpico

AutorJordi Soler

Repasando el "Diccionario Filosófico" de Fernando Savater, y tratando de hallarle un sentido al furor olímpico, puede aterrizarse en la palabra "deporte". Los diccionarios filosóficos tienen una ventaja: son diccionarios diseñados según la perspectiva de su autor. Aquí alguien podrá argumentar que cualquier diccionario tiene, necesariamente, esta característica, y su argumento, si observamos los siguientes datos, tendrá nada más algo de razón: mientras que en el Pequeño Larouse Ilustrado Ramón García-Pelayo y Gross se tira a la tarea de definir 91 mil palabras, Voltaire, el primer intelectual de occidente, incluyó nada más 118 en su diccionario filosófico, y Savater decidió que con 67 (nombres de sus filósofos predilectos incluidos) era suficiente. Voltaire, por ejemplo, en su definición de "belleza", abre fuego con esta idea: "Preguntadle a un sapo qué es la belleza. Os respondería que su hembra, con dos ojazos redondos resaltando en su cabecilla, la boca ancha y plana, el vientre amarillo y el lomo marrón". ¿Alguien necesita otra definición? Por si acaso, aquí está la de Ramón García-Pelayo: "belleza: Armonía física o artística que inspira placer y admiración. La belleza de Apolo, la belleza de un carácter, un drama. Mujer hermosa, beldad". Tengo la impresión de que Apolo es un ejemplo más confuso que el señor Sapo.

Los diccionarios filosóficos abarcan menos pero aprietan más. Savater, en su definición de "deporte" cita a Píndaro, cuando se refiere a ese equivalente moral de la guerra que son las olimpiadas: "Los humanos hacen lo único que a los dioses está vedado: aspirar a una gloria incierta y arriesgarse al fracaso". En una delegación olímpica como la mexicana, esta idea de Píndaro adquiere un tamaño desmesurado; tomando en cuenta las condiciones en las que entrenan nuestros atletas durante los años que hay entre unos juegos olímpicos y otros, y aderezándole las condiciones en las que viajan (no todos llevan médico, no todos llevan entrenador, no todos tuvieron el tiempo suficiente para aclimatarse, no todos tienen lugar en la villa olímpica) la gloria es más incierta que en sus rivales y el riesgo a fracasar es mucho mayor. Las medallas que ganen los atletas mexicanos serán...

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