Gaceta del Angel/ Depresión Tropical

AutorGermán Dehesa

Así la llaman los meteorólogos. Dicen que el país está rodeado por ellas. Las visibles consecuencias de esto son los aguaceros, las trombas, las granizadas y las inundaciones que amenazan con tabasqueñizar todo el país. Nos consta que no ha sido un año fácil para México (el último fue 1521) y el clima no ha sido ajeno a la crispación nacional. El primer semestre lo dedicamos a sufrir como locos por la sequía, a ver en la televisión vacas moribundas sobre la tierra que se cuarteaba de sed y a suplicarle a las deidades tenochcas que abrieran el grifo. En el segundo semestre, las deidades nos hicieron caso y ahora son millones los que están con el agua al cuello suplicándole a Tláloc que ya le pare. ¿Qué le vamos a hacer?, por lo visto, lo nuestro es la demasía. A los que todavía tenemos casa y no hemos padecido más que molestias menores se nos presenta la recurrente inquietud: ¿debo hacer algo por los damnificados?. Yo me lo he preguntado y me he respondido que lo justo es no hacer algo por los damnificados, sino intentar hacer algo con los damnificados. No encuentro otra manera para salir de una buena (buenísima) vez de asistencialismos, paternalismos y populismos indignos. ¿Construiste tu casucha de láminas en el lecho de un río, o en una barranca, o en una ladera y ya es la quinta vez que el agua arrasa con ella?, vamos viendo la forma de que construyas una casa mejor en un mejor lugar, pero la primera voluntad tiene que ser la tuya, ya luego te ayudarán el gobierno o la sociedad civil. Lo demás es seguir fomentando la ilegalidad y el precarismo. Pura depresión tropical.

Así como al país, a sus habitantes también los pueden cercar súbitamente las depresiones tropicales. Tal es mi caso. La que acaba de terminar fue una semana terrible. Creo que sólo a Creel y al gordito Toussaint (¿me perdona, Embajador?...Sí, lo perdono...¿Qué es eso?, parecían escolapios regañados por el Director); bueno, pues creo que sólo a ellos y a los habitantes de Ecatepec les fue peor que a mí (pregunta: ¿qué está haciendo por y con sus feligreses Onésimo, el gesticulante Obispo?). Desde el viernes mi vida se convirtió en un lacerante reality show. A buena hora decidí enfilarme rumbo a Ciudad Neza. Me interesaba mucho asistir al duodécimo capítulo del Informe del Gober Montiel. No pasé de avenida Revolución. Las hordas juveniles que se concentraron en CU para asistir al clásico Poli-UNAM infartaron la vialidad. Era un desfile de microbuses secuestrados por...

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