Gaceta del Angel/ ¡Teletón, Teletón!
| Autor | Germán Dehesa |
Entre los paisanos y los militares, los intelectuales y los liberales, hay un grupo de discapacitados morales que son conocidos como "Los reventadores". No tienen ninguna utilidad conocida y su actividad más frecuente es la descalificación, la sorna y el comentario derogatorio y exquisito. Nada les parece bien. Su fuerte es la quejumbrosa protesta con bibliografía. Según ellos, el país nunca es lo que debería ser, ni mucho menos el país que ellos merecerían. No hacen nada, pero les molesta profundamente que otros hagan algo. En verdad se creen que son la siempre atenta conciencia nacional y así, en cuanto surge una iniciativa, ellos ya tienen preparado un adjetivo para desprestigiarla. "Clasemediero" fue por muchos años uno de los adjetivos descalificativos que más usaron para provocar la parálisis y la confusión de cualquiera que quisiera hacer algo en favor de los otros, o en favor de la belleza. Ahora escucho con alarma su nueva y facilona adquisición verbal: teletonero. La emplean para fulminar (eso creen) a aquellos que, por sus muy respetables razones, pretenden movilizarse frente a alguna carencia social. Necesito decir que a mí estos reventadores me parecen una panda de cursis, hiperlactantes, injustificadamente soberbios y estorbosos que ni hacen, ni dejan hacer. No quiero que se me note, pero los abomino con enorme cordialidad.
El trabajo de la fundación Teletón, más allá de mis vínculos familiares, me parece extraordinariamente útil y generoso. De ninguna manera es casual que el mayor número de sus patrocinadores pertenezca a los sectores marginales (muchos ignoran que el Teletón tiene más donadores en Chalco que en las zonas elegantes de la ciudad. Este fenómeno se repite en todo el país). Ya viene el próximo Teletón. La aplicación transparente de sus recursos está a la vista y al servicio del país. Por supuesto que estoy absolutamente comprometido con sus tareas, como lo estoy con APAC (el espíritu tutelar de los niños y los jóvenes con parálisis cerebral), con la Fundación Tarahumara (¿han sentido el frío?, imagínenlo allá en la sierra de Chihuahua) y con lo que se vaya ofreciendo en favor de la urgente reconstrucción de la sonrisa de nuestro país. Así es que, señores y señoras, chiquillos y chiquillas del Teletón: estoy a sus enteras órdenes para lo que haga falta, pero además, tengo la absoluta certeza de que millones de buenas personas están y estarán con ustedes. A las conciencias vigilantes e indolentes de México yo les...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba