Ganan las lágrimas

AutorSandra Becerril

Aunque los sentimientos estuvieron a flor de piel, ayer, en el día de su despedida de Champ Car, Sebastien Bourdais contuvo lo más que pudo las lágrimas hasta que se fundió en un abrazo con su esposa Claire y Emma, su hija de 11 meses.

Para el cuatro veces campeón de la serie y quien debutará en la Fórmula Uno con el equipo Toro Rosso en marzo de 2008, ayer lo inmediato tras el festejo de su triunfo era encontrarse con sus dos mujeres.

Después del estrés de la última carrera, del triunfo, de hacer una reverencia ante la afición mexicana, de los abrazos con sus mecánicos y de cargar a su ingeniero, Sebastien preguntó desesperadamente por su esposa.

Cuando llegaron al podio, el rostro de Sebastién se transformó, y la aparente serenidad quedó a un lado y afloró el llanto. Los brazos de Claire y el tierno rostro de Emma fueron el refugio que necesitaba.

"Era un momento para compartir, el último en Champ Car, las necesito a ellas todo el tiempo y no puedo competir sin...

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