Ganan terreno por su belleza

AutorAlejandro Baillet

Después de décadas de un dominio masculino, en forma de torneos, honores, contratos, premios y fama, al parecer llegó el turno a las mujeres.Todo inició en los Estados Unidos, donde se vislumbró el negocio. Los norteamericanos comenzaron a invertir dinero creando torneos a los que nadie asistía y promocionando jugadoras a la sombra de las grandes figuras masculinas, pero sabedores de que un bonito rostro, bellas piernas, faldas y raquetas formaban una mezcla deportiva irresistible tanto para los amantes del deporte blanco como para las empresas interesadas en hacer publicidad de sus productos al más alto nivel. El tiempo les ha dado la razón.

Año tras año el tenis femenino se ha convertido en un deporte popular y más lucrativo. Tan sólo en lo que va del presente año se estima que más de 3 millones de personas han asistido a los torneos con que cuenta el circuito (62 en total) y que se reparten por los cinco continentes.

Uno de los cambios más grandes que ha sufrido este deporte es sin duda el incremento constante del dinero en juego. Lejos quedaron aquellos dos mil dólares que en 1970 constituían el premio del primer torneo organizado por la WTA (Women's Tennis Association) y que ganara Margaret Smith Court en Houston, Texas; cuando el más modesto certamen del circuito masculino repartía entre ocho y 10 veces más.

En ese mismo año 9 de las jugadoras firmaron un simbólico contrato por un dólar con Gladys Heldman quien organizó el primer torneo para mujeres con un premio de 5 mil dólares, mismos que salieron de los bolsillos de Heldman.

Treinta años después las cifras se han disparado. Baste con mencionar que durante esta temporada se repartirán únicamente en conceptos de premios 45 millones de dólares, cifra que se incrementará en los siguientes años y a la que se debe añadir las compensaciones otorgadas por la asociación de acuerdo al lugar que ocupen las jugadoras en el ranking al final de la temporada y los nada despreciables contratos publicitarios y de patrocinio que firman las principales figuras.

Cuando de contratos se trata es el momento en el que con mayor claridad se deja ver el avance arrasador de las jóvenes. Y es que las empresas que eligen este deporte para promocionarse fijan su presupuesto inamovible y de allí reparten según quien venda mejor sus productos.

Un ejemplo lo constituye Adidas, que con decenas de jugadores contratados, ha cambiado su clásico criterio de patrocinar figuras masculinas dado que su valor más rentable...

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