Genio de los aromas
| Autor | Marcelino Pacheco A. |
Galardonado recientemente por la Fragrance Foundation, FiFi, por su trabajo Azure Lime para Tom Ford, Rodrigo Flores-Roux se confirma como uno de las grandes nombres en la industria de la perfumería internacional.
Originario de la Ciudad de México, Flores-Roux recibió el premio que es considerado como el Óscar de los aromas en la categoría "Fragancia del Año del segmento Especiales de Lujo para hombre".
"Un perfume es el resultado de varias buenas ideas y el encuentro de mentes y sensibilidades. Soy un poco el comunicador de lo que quiere decir una marca, un diseñador e incluso una celebridad", expresa, en exclusiva.
"El proyecto con Tom Ford comenzó con la creación Nerolí Portofino, un agua de colonia. Le siguieron White Patchouli, Champaca Absolute, Arabian Wood, para su tienda en Dubai, y Azure Lime, que hice con dos compañeros. Ha sido una relación muy padre", explica quien también ha trabajado con Halle Berry.
El perfumista, con 20 años de carrera, dejó el País a los 20 años, luego de aplazar sus estudios en Biología en la Universidad Nacional Autónoma de México para ingresar al Institut Supérieur International du Parfum de la Cosmétique et de l'Aromatique Alimentaire, ISIPCA, en Versalles, Francia, y seguir el sueño que tenía desde la adolescencia.
Vocación desde niño
"A los 13 años sabía que quería hacer perfumes. En esa época comencé una colección de frascos de fragancias y de alguna manera eso me interesó. En mi casa todo mundo hablaba de ellos y en el País siempre ha existido un gusto por los aromas", recuerda.
Educado en una familia en donde la ciencia era un tema central, Flores-Roux fue autodidacta en la investigación de los olores y se dedicó a estudiar las plantas.
"Me considero un botánico amateur, me sé los nombres científicos de muchas especies y eso me llevó a la carrera de biología y posteriormente a la escuela en Versalles", expresa quien en su ensayo de ingreso a ISIPCA expresó la riqueza de los aromas de México y citaba la obra de Carlos Pellicer.
Durante su estancia en Francia, Rodrigo depuró sus conocimientos y recibió entrenamiento de importantes narices como Isabel Doyen, creadora de los perfumes de Annick Goutal. También realizó prácticas con Jean-Claude Ellena, autor de los aromas de Hermès.
Apasionado de la historia de la perfumería, el cine y la literatura, Flores-Roux dice que lo mejor de hacer una fragancia es poder tocar a alguien con su creación.
"Estar en un restaurante o en algún lugar y oler un perfume...
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