'La gente lloraba por la parroquia'

AutorFrancisco Morales V.

TEPETLIXPA, Edomex.- La primera vez que el padre Leopoldo Domínguez pisó Tepetlixpa tenía menos de 30 años y era apenas un joven seminarista recién llegado de Atzalan, Veracruz. No tenía cómo saberlo entonces, pero la parroquia al centro del pueblo que lo recibió a su arribo, San Esteban Protomártir, habría de quedar a su cargo muchos años después.

"Es mi casa y es mi esposa", dice el párroco, con los pies bien plantados en uno de los techos del templo. Desde lo alto de la nave secundaria, señala cada una de las grietas que han invadido su hogar y mira al cielo gris con recelo, temiendo la lluvia.

A los pies de la iglesia franciscana -después dominica- del siglo 16, ante un vitral que muestra al primer mártir de la cristiandad, la torre del campanario yace sobre el piso de piedra, fracturada en enormes pedazos que miden más que una persona. Por dentro, la nave principal está partida vertical y horizontalmente.

"Apenas habíamos terminado el mantenimiento de nuestra parroquia, que había quedado tan bella", se lamenta. "Faltaban algunos detalles, por ejemplo, lo que es la torre, pero lo demás ya todo se había cubierto; toda la parte de las cúpulas, todo ya se había cubierto, pero pues pasó esto y se vino todo abajo".

Acostumbrado a dar el ejemplo, el Padre Polo, como lo conocen todos, logra pronto contener la voz que estaba a punto de agrietarse, como su templo. Pasan los días y el sismo del 19 de septiembre no le duele menos.

Tepetlixpa es un Municipio de 18 mil habitantes al sureste del Estado de México, en la frontera con Morelos. Es, hasta donde ha podido registrarse, uno de los 694 municipios del País que reportan daños a su patrimonio arquitectónico, y su parroquia, según censo de la Secretaría de Cultura (SC), uno de los mil 500 inmuebles que aguardan manos expertas que puedan ponerlos de vuelta en pie.

El día del derrumbe, por pura suerte, el Padre Polo iba de camino hacia el Obispado y no se encontraba en el templo. Tras la sacudida, regresó tan pronto como pudo a una comunidad con 300 casas dañadas y afectaciones en el mercado, la Presidencia Municipal y la Casa de Cultura.

Se topó de frente con una imagen que no lo abandona.

"La gente estaba llorando, sufriendo, todos alrededor, viendo cómo se había caído parte de la parroquia, parte de ellos", relata.

San Esteban Protomártir es el punto de reunión natural de una comunidad compuesta principalmente por campesinos dedicados a la calabaza, jitomate, maíz y frijol. En temporada, también...

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