Radiografía Geopolítica y Social: Del monopartidismo a un país multicolor

AutorAlejandro Tuirán Gutiérrez

Una vez concluido el calendario electoral del año 2000, se presenta en nuestro país a nivel municipal una geografía política muy distinta a la de hace 20 años, explicada principalmente por la apertura política de 1977 que destrabó los requisitos para que los partidos de oposición compitieran en procesos estatales y municipales. Los cambios reflejados en los nuevos tiempos de competencia electoral permitieron a los institutos políticos participar cada vez más en igualdad de condiciones.

A pesar de ello, el avance político no ha detenido el crecimiento de la pobreza y la enorme polarización social que existe entre las regiones del país. De esta manera, se ubica el México moderno con zonas que presentan elevados niveles de bienestar social y donde la globalización está inserta en el mercado local; en cambio, existe el otro México, marginado, con áreas que registran porcentajes considerables de familias en pobreza extrema que trabajan sólo para la subsistencia y centran su economía en actividades de baja productividad.

El propósito de este artículo es conocer la situación geopolítica con la llegada de la nueva administración federal y el perfil

social de las zonas que son gobernadas por cada instituto político en los municipios y delegaciones políticas del país, así como su relación con variables como rezago social, población indígena y áreas geográficas (urbanas y rurales).

Avances en la competencia

La competencia electoral por los ayuntamientos del país comienza en 1977, cuando se realiza la reforma constitucional que se plasma en la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE) que sustituyó a la Ley Federal Electoral vigente desde 19461. Tuvieron que pasar 31 años para que se elaboraran modificaciones en materia electoral referentes a procesos locales2, debido a que las leyes de 1951 y 1973, así como las reformas constitucionales de 1963 y 1971, no tuvieron impacto importante en la participación política de la sociedad. Por el contrario, el control del grupo en el poder fue cada vez mayor.

Las principales reformas a la Constitución durante 1977 se registraron en el artículo 41, donde se incorporaba la noción de los partidos políticos como "entidades de interés público" y se mencionaba textualmente: "Los partidos políticos nacionales tendrán derecho a participar en las elecciones estatales y municipales". De esta manera, la reforma política de 1977 abría los cauces legales para que los grupos inconformes se pronunciaran por la vía pacífica y de la negociación. A pesar de ello, el gobierno siguió manteniendo el control sobre los procesos electorales en las leyes reglamentarias.

Los efectos de la reformas constitucionales de 1977 se reflejaron en el número de municipios donde a la oposición se le reconocieron los triunfos obtenidos. En el periodo de 1946 y 1976, solamente se presentaron 57 casos en los que se registraron victorias de partidos distintos al Revolucionario Institucional.

Para 1977, la oposición sólo gobernaba cuatro ayuntamientos, todos ellos en manos del Partido Acción Nacional, lo que representaba cerca del 0.2 por ciento del total de municipios del país. En 1995, aumentaron las alcaldías en poder de institutos políticos diferentes al PRI al llegar a 377 y al 15.5 por ciento de los ayuntamientos de México (Cifras tomadas del libro La mecánica del cambio político en México, pp. 155 a 158, de José Woldenberg, Ricardo Becerra y Pedro Salazar). En 1999, los municipios administrados por partidos distintos al PRI eran mil 38 y equivalían al 42.7 por ciento del total. El crecimiento del PAN y del Partido de la Revolución Democrática fue sorprendente: mientras en 1977 de cada 100 alcaldías 82 eran gobernadas por el PRI, para 1999 disminuyó a cerca de 57.

Un mapa más equitativo

En la actualidad existen 2 mil 427 municipios y 16 delegaciones políticas donde viven cerca de 97.4 millones de habitantes que se ubican en las 31 entidades federativas y el Distrito Federal. Después del proceso electoral del 2 de julio y de las últimas elecciones estatales, la nueva geografía política del país presenta una distribución más competida principalmente entre el PRI, que continúa con la mayoría de las alcaldías del país, y el PAN, que gobierna a los ayuntamientos más poblados de México. Por lo que respecta al PRD, a pesar de que en los últimos procesos electorales perdió municipios y delegaciones importantes que anteriormente dirigía, mantiene un número considerable de alcaldías. De acuerdo con lo anterior, en estos momentos el PRI gobierna a la mayoría de los ayuntamientos del país, ya que 57 de cada 100 municipios tienen al frente a una persona con filiación a dicho partido. En cambio, el PAN administra los recursos públicos locales del 13.4 por ciento de los ayuntamientos y el PRD a 10 de cada 100 municipios y delegaciones del país4.

Por lo que respecta a las otras fuerzas políticas (PT, PVEM, Concejos Municipales, Coaliciones, partidos locales, etcétera) juntas llegan a ser autoridad en sólo el 3.1 por ciento del...

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