George Steiner: Nostalgia del absoluto
| Autor | Oscar Altamirano |
'La naturaleza se desentiende del experimento humano. Si el humano no funciona, la naturaleza ensayará otro experimento'.
Bernard Shaw
La ambigüedad del epígrafe es obvia. Pero encierra una gran verdad. Si la naturaleza, en efecto, se desentiende del experimento humano, no tiene por qué ensayar otro experimento "si el humano no funciona". Sin embargo, lo hará. La cuestión, creo, es si el humano tendrá cabida en ese otro experimento que la naturaleza ensayará. Si el humano se desentenderá o no de ese experimento. Y, más importante aún, si el humano funciona.
A excepción de los cambios climáticos (y una que otra plaga como la peste o el sida), la naturaleza no ha ensayado mucho durante los últimos 25 mil años. Tampoco hemos dado muestras de un gran desinterés, particularmente desde el Renacimiento y la Ilustración. Pero, si tomamos en cuenta los últimos 150 años, la conclusión moral y éticamente plausible es obvia: el humano no funciona. Es paradójico. Porque si el humano pudiera tener cabida en el próximo experimento de la naturaleza, lo descubierto desde Copérnico para acá y, sobre todo, lo experimentado en estos últimos 100 años, podría resultar de alguna importancia. En este sentido, no es casual que los tres ejemplos de verdades peligrosas mencionados por George Steiner al final del libro Nostalgia del absoluto puedan ser conjugados con el epígrafe, sobre todo por cuanto tiene de ambiguo y, de manera más específica, moral.
El libro en cuestión reúne las cinco conferencias radiofónicas ofrecidas por George Steiner para la CBC de Canadá en 1974, y tratan del vacío moral y emocional que ha dejado en la cultura occidental la decadencia de los sistemas religiosos institucionales. Aunque mucho de lo que Steiner dijo en esas charlas podamos encontrarlo diseminado en otros libros suyos, hay algo irónico (y revelador) en el hecho de que la primera traducción al Español de estas conferencias aparezca por primera vez en febrero del año 2001. Es decir, casi 30 años después.
Lo cual no es tan extraño en un país donde el porcentaje de hogares en que hay un crucifijo o una Biblia (a menudo intacta) es asombrosamente alto, y el número de lectores sumamente bajo. De la Virgen de Guadalupe al Papa, México ha vivido en su vitrina blindada, desde la cual no observa: espía. Modelo de sabiduría (a menudo involuntaria), México ha visto con ojos, aún más fríos, fenómenos tan amenazantes como la Guerra Fría. Incluso hay un grato y saludable desparpajo en ello...
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