Germán Martínez Cázares / El pitorreo del Frente

AutorGermán Martínez Cázares

De no poner orden, el llamado Frente Amplio Opositor será un pitorreo en la cara de los electores. No faltan las ocurrencias. Algunos de sus arquitectos dicen construirlo contra el PRI, mientras otros no ocultan su antilopezobradorismo. Unos ponen sobre la mesa la condición insuperable de que el candidato presidencial sea un panista; y al mismo tiempo otros quieren una figura "sin partido", como por ejemplo, Diego Fernández de Cevallos del PAN y René Bejarano del PRD, ambos coinciden en sugerir un abanderado "independiente", ¿en serio, Diego y Bejarano se tomarían de la mano para apoyar, por ejemplo, a Jaime Rodríguez El Bronco? En el colmo de la guasa aliancista, Vicente Fox quiere invitar al PRI.

PAN y PRD firmaron aquella vieja y rara figura (hoy derogada) del derecho civil mexicano, "esponsales", donde dos personas celebraban una promesa mutua de matrimonio. Enamorados de la silla presidencial, juraron que algún día se casarán, pero no han determinado dónde vivir, ni cómo vivir, ni cuántos hijos tener, ni con quién vivir. En el frenesí de la seducción recíproca incluso quieren, ahora, dar cobijo en el mismo techo al Partido Verde Ecologista de México, suprema farsa electoral mexicana. El desprestigio político no se lava sumergido en las miasmas partidistas.

Por otro lado, las alianzas PAN-PRD si bien han sido exitosas electoralmente, también fueron un rotundo fracaso como gobierno. ¿Por qué olvidar la administración de Gabino Cué en Oaxaca, o el ridículo de Mario López Valdez en Sinaloa? ¿Acaso no fue en un teatro aliancista donde se postuló a Lucero Sánchez, la exdiputada local sinaloense vinculada a Joaquín El Chapo Guzmán?

¿Acaso el PRD en el Estado de México no jugó contra Morena, y en Coahuila contra el PAN, para acabar coronando al PRI en los dos estados? Alguna explicación o disculpa debe la señora Barrales.

Para ser tomado en serio ese proyecto debe tener límites, definiciones y reservarse el derecho de admisión. Parte de la explicación al repudio de los partidos está precisamente en la falta de líneas, agendas e identidades borradas por esos consensos y unanimidades ficticias. Los acuerdos para acechar al botín presupuestal producen desencanto social.

Hace noventa años lo escribió uno de los juristas y pensadores políticos más...

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