GLOSAS MARGINALES / Gobierno, incentivos, corrupción

AutorEverardo Elizondo

Susan Rose-Ackerman es una economista que se desempeña como profesora de jurisprudencia en la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale. Acaba de publicar (con Bonnie J. Palifka, ITESM) la segunda edición de un atendible (600 pp.) volumen sobre la corrupción. Su título es escueto (Corruption and Government), pero su contenido es muy ambicioso. Lo que sigue se refiere a una parte de la obra.

Transparencia Internacional define corrupción como "el abuso del poder encomendado para beneficio privado". La definición, dicen Rose-Ackerman y Palifka (RAP), abarca bien un conjunto de actos como el soborno, el nepotismo, el tráfico de influencias, el fraude electoral, el amiguismo, la manipulación de cuentas, etc.

El prefacio del libro advierte una obviedad que desestiman muchos de los preocupados por el tema: la corrupción ha existido desde la aparición de los gobiernos primitivos y, por tanto, es improbable que desaparezca pronto. Una diferencia entre "antes" y "ahora", es que ahora... nos enteramos más.

Los actos calificados como corruptos violan normas éticas aceptadas por lo común; erosionan la legitimidad del gobierno, y causan ineficiencias y desigualdades. Hay economistas que piensan que la corrupción sirve para sortear, digamos, las trabas regulatorias excesivas. Otros argumentan que es un mal social incontrovertible.

El asunto se inscribe en el contexto de un problema simple. Un ente específico le encarga una tarea a su subordinado, de acuerdo con ciertas reglas y para ciertos propósitos. La relación se corrompe cuando el encargado usa para su provecho las atribuciones que se le han conferido, en lugar de utilizarlas para el logro de las metas asignadas.

El lenguaje político en México ilustra el significado del concepto. Del gobernador de un estado se dice que es "el primer mandatario de la entidad". Mandatario quiere decir que está encargado de un mandato. ¿Quién es el que manda? El pueblo, la gente. Las leyes establecen las reglas que norman la relación entre las dos entidades.

En el ámbito privado también existe la posibilidad de corrupción. El problema ocurre si un empleado (el director general de una empresa) usa para su enriquecimiento el poder que le otorga su empleador (el...

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