GLOSAS MARGINALES / La inflación resistente

AutorEverardo Elizondo

Qué bueno que en México la inflación haya descendido a 3.5 por ciento el pasado mes de julio, porque apenas en abril se acercó a 4.7 por ciento. Tal trayectoria, ahora favorable, ilustra la influencia cambiante y significativa de factores excepcionales. Como quiera, en términos relativos, es oportuno señalar que la inflación mexicana reciente ha sido muy superior a la estadounidense. En consecuencia, no resulta muy adecuado criticar la política monetaria de Banxico en función de la puesta en práctica por el Fed (o por el Banco Central Europeo).

La desinflación reciente sirvió para que algunos analistas concluyeran que en México la inflación ya está dentro de lo deseado oficialmente. No comparto esa opinión.

La meta formal de Banxico consiste en un aumento anual de 3 por ciento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Como he señalado en otras (quizá muchas) ocasiones, una interpretación razonable de esa meta -al estilo del ejemplar Banco de Chile- consiste en la siguiente: el objetivo es que la inflación se sitúe alrededor de 3 por ciento la mayor parte del tiempo. Claramente, ése no ha sido hasta ahora el caso de México.

La Gráfica 1 ilustra la trayectoria de la inflación general a lo largo de la última década. La línea azul corresponde a la tasa anual de variación del INPC; la línea roja es un promedio móvil de doce meses de las cifras anteriores. Comparada con la situación característica allá por la década de los noventa, no hay duda de que en los años más recientes se ha avanzado mucho rumbo a la estabilidad de los precios, pero el objetivo pleno ha probado ser elusivo. Lograr establecer un curso de...

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