GLOSAS MARGINALES / ¡Que siga la fiesta (monetaria)!

AutorEverardo Elizondo

El pasado día 18 el llamado Comité Federal de Mercado Abierto del banco central de Estados Unidos (Federal Open Market Committee, FOMC, por sus siglas en inglés), después de examinar la evolución de la economía, y a la luz de sus expectativas, decidió sorpresivamente continuar adquiriendo 40 mil millones de dólares en valores respaldados por hipotecas, y 45 mil millones de dólares en valores de largo plazo del Tesoro. ¿Con qué los pagará? Con creación de dinero, simplemente, como lo ha venido haciendo.

Los participantes en los mercados de dinero y capitales, alrededor del planeta, habían anticipado que el FOMC reduciría gradualmente el monto de sus compras, empezando este mes de septiembre. Tal previsión (fallida) fue inducida por las declaraciones anticipadoras del propio Ben Bernanke (BB), el presidente del Fed. Es cierto que BB aclaró que la medida estaría condicionada al flujo de datos, entendiendo por ello que se tomaría sólo si la actividad económica presentaba signos claros de mejora.

A ese respecto, el FOMC señaló que la recuperación mantiene "un paso moderado", pero que "la tasa de desocupación permanece elevada". Además, considera que el "apretamiento" de las condiciones financieras observado en los meses más recientes, si se sostiene, podría disminuir el ritmo de la mejoría. Esta última preocupación está bien fincada, por supuesto. Vale recordar, sin ironía, que el apretamiento en cuestión (el aumento notable de las tasas de interés de largo plazo) fue causado (o reforzado) precisamente por las advertencias (desestabilizadoras pero inútiles) de BB.

El FOMC está integrado por 10 miembros, nueve de los cuales votaron a favor de la medida comentada. Esther L. George, presidente del Banco de la Reserva Federal de Kansas City votó en contra. A la letra, el comunicado oficial citó como razones de su posición la preocupación de que "el continuado alto nivel de acomodamiento monetario aumente los riesgos de futuros desbalances económicos y financieros y, con el tiempo, pueda causar un incremento en las expectativas inflacionarias". (El subrayado es mío).

A mi entender, la Sra. George tiene razón. Sin embargo, yo agregaría que los desbalances aludidos no son futuros sino presentes. Concretamente, en lo interno, la...

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