Graco Ramírez Garrido/ La granja

AutorGraco Ramírez Garrido

En los últimos días Reforma ha venido manteniendo una batalla directa en contra de Rosario Robles que considero desproporcionada. Es un exceso que este prestigioso diario esté resaltando cotidianamente, en primera plana, todo aquello que tiene que ver con lo que ocurrió con los gastos de comunicación social que se realizaron por el Gobierno del Distrito Federal en el año 2000. Quizá también Rosario haya reaccionado con exceso al presentar una denuncia penal. Pero ello no justifica los niveles de la confrontación.

Todo comenzó con una calificación periodísticamente poco precisa: se señalaba que la actual contralora hacía observaciones a la cuenta pública que ejerció Rosario Robles y se le hacía responsable de no justificar el ejercicio de 6 mil millones de pesos. En una colaboración anterior, precisé que esa afirmación no era congruente ya que estaríamos hablando de un desvío de cerca del 10 por ciento del presupuesto que ejerció ese gobierno. Señalé que la Contraloría había realizado observaciones en varios rubros y que muchas de éstas eran de carácter administrativo, por lo tanto no se puede hablar del desvío de esa millonaria cifra. La Contraloría hace observaciones en cada caso y a cada dependencia. El procedimiento que está establecido es que los funcionarios aludidos específicamente tienen el derecho de solventar las observaciones, de no ocurrir así y de comprobarse desvíos o malversaciones necesariamente se tiene que turnar a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal.

Algunos editorialistas y caricaturistas de manera dolosa han equiparado a Rosario Robles con Oscar Espinosa y el ex gobernador de Quintana Roo. Se ha realizado ya un juicio sumario en contra de Robles, cuando ni siquiera la Contraloría ha señalado que exista alguna responsabilidad en los gastos que realizó la jefatura de Gobierno. Más graves son las declaraciones de un frívolo presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, que con ligereza

señala que a Oscar Espinosa se le está procesando por los mismos actos que se le imputan a Rosario Robles. Que poca seriedad y falta de respeto a la legalidad de quien es responsable de que los derechos de los ciudadanos estén a salvo. Luis de la Barreda, al igual que otros, parte de la base de que Rosario es culpable mientras no demuestre lo contrario.

El proceso sumario que se dirime en algunos medios de comunicación y particularmente en Reforma se sustenta en el hecho de que Rosario Robles aceptó un...

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