Graco Ramírez Garrido/ Los legisladores litigantes
| Autor | Graco Ramírez Garrido |
Emocionados, casi en el éxtasis místico que les provoca saberse los más honestos, los más limpios, los que gobiernan y lo hacen bien, protestaron en un Auditorio Nacional pletórico de militantes panistas. Encabezados por el presidente de la República. Con la mano derecha sobre su pecho, ahí mismo donde se encuentra el corazón, para ser más exactos, juraban apegarse a su código de ética. La señal era más que clara; los que ahora gobiernan son diferentes a los del pasado reciente. Ellos, de cara a la nación, se comprometen a no ser tentados por ese cáncer social que es la corrupción. Se comprometieron a no pertenecer -como diría Cosío Villegas- a una nueva comalada sexenal de funcionarios enriquecidos en el poder público.
Seguramente en el Auditorio Nacional se encontraba un buen número de legisladores que en la mañana desayunan como senadores y diputados y se acuestan como exitosos litigantes. Ni dudarlo, en ese recinto se encontraban el jefe nato del PAN, Diego Fernández de Cevallos, y por supuesto su socio de aventuras leguleyas y fiscales, el legislador Fauzi Hamdan, y, por qué no, el litigante de lujo que trabaja para el "jefe", a quien recomendó a su contrincante Ernesto Zedillo para que lo nombrara procurador de la República, me refiero al inefable Antonio Lozano Gracia.
Ellos son, señoras y señores, la famosa tríada de panistas que saben, al igual que otros de sus correligionarios, ser los más audaces representantes legales de personajes vinculados a problemas fiscales o millonarias indemnizaciones, que los gobiernos del priato nunca se atrevieron a solventar. Son los conspicuos abogados de delincuentes de cuello blanco o de negocios desahuciados. Son abogados que saben comprar pleitos ya perdidos a cambio de la mitad del monto que se demanda, sólo ellos, pueden revertirlos y por supuesto ganarlos. Cuando ya nadie les da esperanzas y están a punto de perderlo todo o irse a la cárcel, sin dudar recurren al "jefe" y sus socios. Litigantes que no valen tanto por lo que saben, como por el poder que tienen y representan. Para no desmerecerlos, corrijo, abogados con amplios conocimientos de las leyes, con la ventaja que les otorga su condición política.
No sólo se trata de la resolución del Poder Judicial que ordena el pago de la indemnización de un mil 200 millones de pesos, que equivalen al presupuesto anual de la Secretaría de la Reforma Agraria. Antes, con menos escándalo, se supo lo que lograron los mismos litigantes con la devolución...
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