Una gran broma para el público

AutorMario Abner Colina

En 2009, tiempo después de que había anunciado que se retiraba del cine, un extrañamente desaliñado e incoherente Joaquin Phoenix apareció en The Late Show With David Letterman explicando con frases con poco sentido, ante las risas de la audiencia, que se había cansado del séptimo arte y deseaba dedicarse al hip-hop.

Lo anterior, para muchos, fue la confirmación de la locura del hermano del desaparecido River Phoenix, quien saltó a la fama por sus interpretaciones en Gladiador y Señales. Sin embargo, todo se trataba de ponerse en tono con su "yo" que interpretó en Aún Sigo Aquí.

El largometraje dirigido por Casey Affleck, hermano de Ben Affleck, es un juego, un falso documental en un inicio vendido como verdadero, donde Phoenix es seguido por cámaras desde su decisión de apartarse de la carrera de actor y abrazar la de músico.

Desconcertando a público y prensa por igual, Phoenix permaneció en el curioso personaje que explotó con David Letterman, y se prestó en el filme a ser el objeto de múltiples situaciones escatológicas y desnudos, que mostraban una actitud que muchos calificaron como demente.

Aún Sigo Aquí es una gran broma con muchos minutos subidos de tono que quizá no sea para el amplio público, pero que adorarán admiradores de Phoenix, Affleck y películas como Borat.

Lo...

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