Guadalupe Loaeza / Contentos; descontentos

AutorGuadalupe Loaeza

Si sumamos los resultados de votos que obtuvieron los tres candidatos, ahora de la oposición, José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Jaime Rodríguez (El Bronco), descubrimos que el total asciende a 24 millones 861 mil 705. En cambio 30 millones 113 mil 483 ciudadanos se inclinaron por Morena. De ahí que concluyamos que actualmente existen dos universos respecto a las pasadas elecciones: "los contentos" y "los descontentos".

"Los contentos": La mayoría se sienten en paz y particularmente jubilosos. Para muchos de ellos, es la primera vez que por fin gana la Presidencia su candidato. "No lo puedo creer", aún exclaman estos incrédulos. Hemos de decir que son los mismos que llevan votando por la izquierda desde la época del PSUM o de Rosario Ibarra de Piedra, la primera candidata mujer a la Presidencia. Son los mismos que acompañaron al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en cada una de sus postulaciones por el PRD y, naturalmente, son los mismos que vota- ron por AMLO en 2006, 2012 y 2018. Para ellos este triunfo ciudadano no tiene parangón. Por fin contó su voto, no hubo fraude y se pasó a la transición pacíficamente, gracias a que los contendientes de AMLO asumieron dignamente su derrota. Cuando el 1o. de julio conocieron las tendencias de los resultados cerca de las 10 de la noche, de inmediato se fueron con toda la familia al Zócalo. Algunos llevaron tambores, banderas, matracas, sombreros de paja y máscaras de AMLO. Transformada su cabeza en su líder, se tomaban selfies con otros entusiastas. También andaban por allí algunas máscaras de Salinas con su calva y sus orejotas. Los más escandalosos no dejaban de entonar La Bamba de AMLO, cuya letra empieza diciendo: "Despierta. Hoy dedico la bamba para la gente que mira de frente, que quiere un Presidente que sea decente, ay, arriba y arriba con la razón, que la gente ya quiere transformación...". Muchos, a esa hora, todavía no se enteraban que el 53% de votantes ya habían elegido al nuevo Presidente. No fue sino hasta la medianoche, cuando apareció en el templete López Obrador, acompañado de su familia: "Amor con amor se paga, así como ustedes me quieren a mí, les quiero yo a ustedes y un po- quito más todavía", fue la frase con la que remató Andrés Manuel antes de irse a su casa, esta vez sí, como Presidente electo de México. Al otro día, muchos de estos "contentos" regalaron...

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