Guadalupe Loaeza / Downton Abbey a la mexicana
| Autor | Guadalupe Loaeza |
Un poco avergonzada, Sofía me confesó que había comprado la revista ¡Hola! en cuya portada del número del 18 de marzo aparece nuestra primera dama. Cayó en la tentación en el aeropuerto antes de que tomara su vuelo de Interjet a Nueva York. Según me dijo, pensó que era una lectura ideal para dormirse durante el vuelo de cuatro horas. Fue todo lo contrario. Después de 21 páginas del reportaje fotográfico titulado: "La impactante reaparición de la primera dama en su estilosa visita oficial al Reino Unido" se le quitó totalmente el sueño. Sin duda las 38 fotografías a todo color le resultaban más que impactantes. Le parecían tan deslumbrantes que podrían haber impactado hasta a un muerto. Conforme hojeaba la revista, sentía entre envidia y coraje por no haber sido invitada dentro de la delegación mexicana que comprendía, entre familiares, secretarios de Estado y amigos, 300 convidados. Parafraseando al duque de Otranto: "Trescientos y algunos más...".
Recostada en el respaldo de su asiento leía: "En su camino hacia el palacio de Buckingham, la primera dama viajó en el fastuoso carruaje australiano tirado por seis caballos y acompañada por el esposo de la reina Isabel II para desplazarse a su destino". Sofía suspiraba al leer la crónica y pensaba: "¡Qué suertuda es nuestra primera dama! No nada más tuvo el privilegio de haber sido recibida tan fastuosamente por la familia real, sino que además durmió en el palacio de Buckingham. ¿Qué habrá soñado esa noche? Para mí que no durmió. Seguramente todavía tenía muy presente el té que le había organizado Carlos de Inglaterra en Clarence House, a ella, a sus dos hijas y a las otras dos de nuestro primer mandatario. Qué fotografía tan conmovedora". Mientras Sofía la observaba, según ella, con los ojos humedecidos, se decía que esas muchachas tan sonrientes y tan bien vestidas, todas ellas casaderas, podían aspirar, como princesas aztecas, a casarse con un miembro de la corte británica. "¡Qué orgullosos han de haber estado sus padres que han hecho tantos sacrificios por su educación! Además, no hay que olvidar que cada una de ellas tiene dote: la Casa Blanca, las otras residencias de Las Lomas, las joyas de su madre, etcétera. Tampoco hay que olvidar que estas muchachas están muy bien relacionadas en muchos mundos: el artístico de Televisa, el político y el empresarial.
"Qué orgullosos debemos sentirnos los mexicanos con la reaparición de nuestra primera dama. ¡Por fin apareció! La verdad es que yo...
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