Guadalupe Loaeza / Fosas comunes

AutorGuadalupe Loaeza

Dice la cuentista y novelista mexicana Ana García Bergua (SinEmbargo) que "todo el país será una fosa común". Entre la Conquista, la Independencia, cuatro décadas de conflictos civiles entre conservadores y liberales, durante las cuales hubo dos intervenciones extranjeras, las ejecuciones del porfiriato, la Revolución, la Guerra Cristera, el 2 de octubre de 1968, la guerrilla, Aguas Blancas, la guerra de Calderón, los feminicidios, los crímenes del narco y ahora la ejecución de jóvenes normalistas a mano del Ejército y de la policía, México, ha sido y es una fosa común.

Hasta los extranjeros y supuestamente civilizados se contagian de la brutalidad y primitivismo que se da en México desde hace mucho tiempo. Por ejemplo en el siglo XIX, Maximiliano de Austria fue enjuiciado por un consejo de guerra que se llevó a cabo en el teatro Iturbide el 21 de mayo de 1867. Entre los cargos que se le imputaron al emperador para que fuera pasado por las armas, se hallaba precisamente el de haber condenado a muerte a todo mexicano que prestara ayuda a los juaristas, a través de la nefasta ley del 3 de octubre de 1865. Esa medida provocó un terrible derramamiento de sangre y decenas de fosas comunes.

El mariscal Bazaine, al mando de las tropas francesas, no dejaba de suplicarle al emperador que evitara demostrar su bondad natural a sus enemigos, lo cual hacía permanentemente. Por ello era muy fácil para Maximiliano delegar el papel de rigor a Bazaine. Un incidente doloroso vino a envenenar aún más la situación. Un destacamento de "disidentes" que recorrían las tierras calientes atacó el tren de Veracruz. Los partidarios de Juárez capturaron a nueve militares franceses que se hallaban sin armas y en calidad de pasajeros. Los torturaron, los masacraron y los mutilaron con saña. Bazaine, indignado, eligió esta vez la represión absoluta y giró a sus soldados la orden de reaccionar sin piedad alguna: "No admito que se hagan prisioneros, todo individuo sea cual sea que se halle con armas en las manos será condenado a muerte... es una guerra a muerte entre la barbarie y la civilización... de ambos lados, hay que matar o hacerse matar".

Para el emperador era una manera de demostrar que no era tan débil de carácter. Lamentablemente dicha medida les costó la vida a...

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